MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha denunciado este martes el descubrimiento de una fosa común en el centro de Malí, suceso que ha agravado la crisis de seguridad que sufre el país.
Varios testigos han confirmado que los seis cadáveres descubiertos en la fosa el 25 de marzo eran de personas que habían sido detenidas por soldados tres días antes en la ciudad de Dogo. Una fotografía ha revelado que las víctimas habrían tenido los ojos vendados antes de su ejecución.
No es la primera vez que las organizaciones internacionales ponen el foco en las fuerzas de seguridad malienses. En un informe publicado en febrero, el experto independiente de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en Malí informó de que al menos 43 personas habían sido víctimas de desaparición forzada a manos de las fuerzas de seguridad del país durante sus operaciones antiterroristas de mayo y junio de 2017.
"El macabro descubrimiento llega semanas después de la escalada de violencia que ha provocado la muerte de civiles en tiroteos, desapariciones y asesinatos por un lado y bombardeos por otro", ha señalado el investigador de Amnistía Internacional en el oeste de África, Gaetan Mootoo.
Amnistía Internacional ha informado también de la muerte de 65 personas en varios ataques con artefactos explosivos improvisados a manos de grupos islamistas como Ansar Dine y GSIM desde principios de año.
Además, al menos ocho personas, incluidas tres mujeres secuestradas en los últimos tres años, aún permanecen retenidas como rehenes por grupos armados en la región.
