MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha declarado que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debe criticar públicamente la situación en la que se encuentran los Derechos Humanos en Arabai Saudí.
La organización humanitaria ha solicitado al presidente estadounidense, que ha llegado este viernes al país árabe, que designe a una mujer como conductora oficial, ya que la visita del mandatario de Estados Unidos coincide con una campaña local en favor de terminar con la prohibición de conducir impuesta a las mujeres en Arabia Saudí.
"Es esencial que el presidente Obama envíe un mensaje enérgico al Gobierno saudí para hacerle saber que sus graves violaciones de Derechos Humanos y su discriminación sistemática son inaceptables. No enviarlo supondrá menoscabar los principios que Estados Unidos afirma defender", ha señalado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el Norte de África.
"Estados Unidos lleva tiempo desentendiéndose de un creciente catálogo de abusos. Esta visita es una oportunidad para que Obama demuestre que no va a sacrificar el respeto de los Derechos Humanos básicos, incluidos la igualdad y la ausencia de discriminación, por los intereses económicos y políticos", ha añadido Hadj Sahraoui.
Aminsitía Internacional ha solicitado a Obama que haga de puente entre la oposición y las autoridades saudíes para tratar la extrema situación en la se encuentran las mujeres del país.
Arabia Saudí es el único país del mundo en el que conducir es un derecho reservado de forma exclusiva a los hombres. Además, la estricta tutela que aplican las autoridades provoca que las mujeres tengan un margen de acción muy limitado. Necesitan la autorización de un tutor varón para poder casarse, viajar, cursar estudios superiores o realizar un trabajo remunerado.
"Obama debería también reunirse con las mujeres saudíes que han desafiado la prohibición de conducir", ha añadido la directora ejecutiva de Amnistía Internacional.
ARABIA SAUDÍ CRIMINALIZA LA DISIDENCIA PACÍFICA
La visita del presidente de Estados Unidos se produce en un momento en el que se ha intensificado la represión contra los activistas humanitarios en el país árabe, que ha introducido una ley antiterrorista que criminaliza casi cualquier forma de disidencia pacífica.
Los defensores de los Derechos Humanos en la monarquía del Golfo han sufrido actos de hostigamiento, detenciones y encarcelamientos en el marco de una campaña de represión al activismo pacífico. Campaña que también provoca una discriminación generalizada contra los inmigrantes y miembros de la minoría chií, según ha denunciado la ONG.
Las autoridades saudíes se niegan a aprobar una ley que permita establecer grupos independientes de Derechos Humanos, mientras que pretenden controlar y bloquear las redes sociales.
"Arabia Saudí ha utilizado cualquier forma de represión contra toda disidencia que se haya atrevido ha criticar sus métodos", ha denunciado Hadj Sahraoui.
La tortura y malos tratos a personas detenidas también son algo habitual en el reino árabe, según Amnistía Internacional. Los tribunales suelen admitir confesiones que se han obtenido mediante la tortura y se sigue haciendo uso de castigos corporales, como la flagelación o la mutilación.
"Obama debe presionar para que se ponga fin a la represión contra la libertad de expresión, asociación y reunión. Así como también debe denunciar la discriminación hacia las mujeres o las minorías y el recurso a la tortura y los malos tratos que realizan las autoridades", ha dicho Hadj Sahraoui.
"No se pueden ignorar excesos cometidos por países aliados, ya que esto supone traicionar a las víctimas y debilitar el sistema internacional de Derechos Humanos", ha concluido.
