MOSCÚ, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, pidió este lunes a la Policía que se mantenga firme frente al "barbarismo y la destrucción" de los partidarios de la oposición, que han tomado las calles para protestar contra los resultados de las elecciones presidenciales de ayer.
Asimismo, el mandatario condenó el "bandidaje" de la oposición y aseguró, en una rueda de prensa televisada, que "no habrá revolución ni criminalidad en Bielorrusia".
"¿Qué tienen que ver con las elecciones los acontecimientos de después de las elecciones? Querían la foto y la han conseguido", clamó Lukashenko, visiblemente enfadado. El mandatario aprovechó para concretar que el número de arrestos fue de 631.
Entre ellos figuran los de seis de los candidatos opositores, que lograron porcentajes ridículos ante el 79,7 por ciento de apoyo que otorgan los resultados de la Comisión Electoral Central a Lukashenko. "Nadie puede reprocharme mis acciones. Si hubiese permitido actuar a la oposición actuar, nadie lo habría entendido", apostilló.
El presidente mencionó también las críticas de la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ha denunciado la falta de transparencia durante el recuento. "Lo he visto (el informe de la OSCE). Pero no se corresponde con lo que ha ocurrido durante las elecciones", indicó Lukashenko, que calificó esta valoración de "amoral".
La evaluación de la OSCE contrasta con el informe de los observadores de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), liderada por Rusia, que han certificado como legítimas las elecciones. "Tenemos buenas relaciones con Rusia, incluso diría que tenemos unas relaciones excelentes (...). Ni siquiera depende de mí. Dios nos lo ha dado", dijo el mandatario en su discurso televisado.
