KABUL, 25 Ago. (Reuters/EP) -
La toma de posesión del nuevo presidente afgano, que debía celebrarse este lunes, tendrá lugar en principio el próximo 2 de septiembre, en un intento por dar más tiempo a la auditoría que debe determinar con certeza quién de los dos candidatos es el nuevo jefe de Estado de Afganistán.
Abdulá Abdulá y Ashraf Ghani se han visto condenados a entenderse para evitar que el país agudice su crisis política. Ambos han pactado la formación de un Gobierno de unidad nacional y esperan una auditoría de ocho millones de votos que debe zanjar cualquier sospecha de fraude.
Un portavoz de la Comisión Electoral Independiente, Noor Mohamed Noor, ha destacado que este organismo "trabaja muy duro para terminar el proceso (de recuento) cuanto antes". Si se cumple el nuevo plazo, Afganistán contaría con nuevo presidente antes del arranque de la cumbre de la OTAN en Gales, donde precisamente se determinará cuál será el compromiso de la Alianza con el país.
Según Noor, ya se han revisado alrededor del 70 por ciento de los votos, aunque en esta auditoría no estarían incluidos los centros más polémicos. El domingo, la oficina del actual mandatario, Hamid Karzai, reconoció que el proceso está afectando "al día a día" de la población y pidió su conclusión "cuanto antes".
