MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Arabia Saudí ha desplegado a miles de militares y ha instalado nuevas barricadas, cámaras infrarrojos y sistemas de radar en su frontera con Irak, en respuesta al avance de los milicianos del Estado Islámico --antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS)-- en el país.
En base a las informaciones publicadas por el diario saudí 'Arab News', la zona de seguridad cerrada se extiende diez kilómetros en el interior del país, en el que hay vigilancia durante las 24 horas del día a través de radares y cámaras infrarrojos.
El rey Abdalá de Arabia Saudí prometió en junio tomar "todas las medidas necesarias" para proteger a la población del Estado Islámico y de las milicias chiíes que operan en Irak, si bien estas últimas han sido movilizadas para combatir a los extremistas suníes.
El Estado Islámico es una organización 'yihadista' nacida en Irak y relacionada con la red terrorista Al Qaeda. Con la sublevación en 2011 contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.
El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.
"El Estado Islámico representado por la autoridad de su pueblo en la voz de sus dirigentes, líderes y el Consejo de la Shura ha resuelto anunciar el establecimiento del Califato Islámico", explicó el portavoz del ISIS, Abú Muhammad al Adnani, según una grabación de audio recogida por la web especializada en islam radical SITE.
Así, Al Bagdadi se ha convertido en la máxima autoridad de este Estado Islámico. "Aclaramos a los musulmanes que con esta declaración de califa tiene efecto sobre todos los musulmanes, que deberán jurar lealtad al califa Ibrahim y apoyarle", remachó el ISIS.
