BUENOS AIRES, 22 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reconoció hoy que al gobierno del presidente Néstor Kirchner le "preocupa mucho" la falta de gas y electricidad que en los últimos días comenzó a afectar la producción de diversas industrias, sobre todo del sector automotriz. Tal como lo había hecho ayer el propio Kirchner, el jefe de los ministros adjudicó los problemas al crecimiento de la economía de los últimos años y a la "ola de frío polar", que soporta casi todo el territorio argentino.
De todos modos, Fernández dijo que "no me animaría a llamarla crisis" a la falta de energía, ya que a su juicio se trata de un "un problema de coyuntura que estamos viendo que afecte lo menos posible no sólo a los hogares, que no lo están sintiendo, sino también a los productores".
Como consecuencia del aumento en el consumo del gas y la electricidad, el gobierno restringió los envíos de gas a las industrias y la venta de gas comprimido en las estaciones de servicio, una medida que afecta a los taxis, que mayoritariamente utilizan ese combustible.
Fernández consideró que el Gobierno está "llevando más o menos bien" la situación generada por la falta de energía, según dijo en un reportaje con Radio América. "Nos preocupa mucho, obviamente", admitió.
"Crisis sería si no hubiéramos hecho nada para sostener el crecimiento en la Argentina, pero en crecer 40 por ciento no tuvimos problemas", se defendió el jefe de los ministros y consideró que el problema "se ha manifestado ahora por que hay una ola polar".
"La demanda creció de 20 a 25 por ciento y está afectando el suministro de gas para la industria", dijo Fernández que insistió en que "a estas situaciones puntuales no me animaría a llamarlas de crisis, son específicas, especiales, tiene que ver con momentos de excepción".
