Armas.- El CICR pide a los Estados que firmen un tratado de prohibición de las bombas de racimo

Actualizado: miércoles, 14 mayo 2008 12:44

GINEBRA, 14 May. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reclamó hoy al centenar de Estados que participarán en la próxima conferencia sobre las municiones de racimo que actúen "con determinación" y firmen un nuevo tratado por el que se prohíban estas armas, "que causan daños inaceptables a los civiles".

Más de cien Estados se reunirán en una conferencia diplomática, que se celebrará en Dublín del 19 al 30 de mayo, "etapa esencial en un proceso que se inició en Oslo, en febrero de 2007, y que desde entonces no ha cesado de cobrar impulso", indicó el Comité en un comunicado.

"Las municiones de racimo son armas que nunca dejan de matar", aseguró el presidente del CICR, Jakob Kellenberger, que tomará la palabra durante la sesión de apertura de la conferencia de Dublín.

"En el desempeño de su labor en favor de las personas afectadas por un conflicto armado, el CICR ha sido a menudo testigo de los terribles efectos que esas armas tienen para los civiles", prosiguió. "Los Estados deberían suscribir ahora un tratado en el que se prohíba el uso de las municiones de racimo imprecisas y no fiables, se prevea la retirada de esas armas y se garantice la asistencia a sus víctimas", añadió.

Algunas municiones de racimo pueden esparcir hasta 650 submuniciones explosivas sobre una superficie superior a los 30.000 metros cuadrados. Se sabe que son imprecisas y que a menudo no explotan al impactar como deberían hacerlo, según el Comité.

En más de 20 países, en efecto, "extensas zonas se han vuelto tan peligrosas como los campos de minas debido a las submuniciones de racimo sin estallar", aseguró la organización. "Este legado letal puede perpetuarse por generaciones", añadió.

Laos, por ejemplo, el país más contaminado del mundo, sigue luchando para poner fin al legado que han dejado unos 270 millones de submuniciones lanzadas en ese territorio en los decenios de 1960 y 1970. Decenas de millones no estallaron al hacer impacto y continúan matando hoy en día.

"Sin una acción internacional urgente concertada, el número de víctimas de las municiones de racimo podría llegar a ser muy superior al causado por las minas terrestres antipersonas, armas cuyo uso han prohibido 156 Estados", advirtió el CICR.

Asimismo, prosiguió, "miles de millones de submuniciones de racimo se encuentran almacenadas actualmente en los arsenales de los Estados". "Numerosos modelos son obsoletos, imprecisos y no fiables", agregó. "No obstante, a diferencia de las minas antipersonas, que estaban en manos de casi todas las fuerzas armadas, sólo unos 75 Estados poseen municiones de racimo", precisó.

"Tenemos la posibilidad de actuar ahora para prevenir el sufrimiento humano a una escala potencialmente masiva", añadió Kellenberger. "Los Estados deben aprovechar esta oportunidad excepcional que se les brinda para evitar que las municiones de racimo sigan matando y mutilando a un sinnúmero de otros civiles", concluyó.