Armenia.- La OSCE manda a Armenia un enviado especial para resolver la crisis política entre Gobierno y oposición

Actualizado: domingo, 2 marzo 2008 13:17

VIENA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente en curso de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Ilkka Kanerva, anunció la llegada hoy a Armenia del embajador Heikki Talvitie en calidad de enviado especial para intentar superar la crisis política que enfrenta a Gobierno y oposición el decreto del estado de excepción y violentos enfrentamientos en la capital, Erevan, que dejaron al menos ocho muertos y 33 heridos en las protestas acaecidas la pasada noche.

Talvitie, un veterano diplomático con amplia experiencia en la región, tiene previsto reunirse con el presidente saliente, Robert Kocharian, así como con el presidente electo y futuro ex primer ministro, Serge Sargsyan, y el líder opositor, Levon Ter-Petrosian; las partes implicadas en la crisis desatada tras la celebración de las elecciones presidenciales, consideradas como fraudulentas por la oposición al Gobierno.

"He mandado a Armenia a mi enviado especial para sentar a ambas partes en la mesa de negociación y hallar una salida de la crisis a través del diálogo político", declaró Kanerva en un comunicado remitido por la organización.

Por su parte, el Vaticano ha anunciado que el viaje que su secretario de estado, el Cardenal Tarcisio Bertone, tenía previsto realizar a Armenia ha sido cancelado por la tensa situación de seguridad en el país.

El estado de excepción, vigente hasta el 20 de marzo, sigue a los peores desórdenes en una década, provocados por las manifestaciones de la oposición contra los resultados de las elecciones presidenciales del 19 de febrero por considerar que fueron manipuladas, aunque observadores occidentales las consideraron generalmente limpias.

El estado de excepción prohíbe las protestas e impone la censura. El presidente saliente, Robert Kocharyan, dijo que introdujo esta medida para "prevenir una amenaza al orden constitucional". Kocharyan acusó a los manifestantes de disparar y de lanzar granadas y de planificar un golpe de Estado. La oposición lo rechazó y dijo a su vez que la policía atacó una protesta pacífica.

Unas 2.000 personas permanecieron en una plaza en el centro de Erevan, con barras de metal y cócteles Molotov mientras los camiones del Ejército se dirigían hacia la capital de la antigua república soviética situada en el Cáucaso, una región estratégica porque por ahí pasan los suministros de gas y de petróleo del mar Caspio a Occidente.

Pero la multitud se dispersó después de que se leyera un comunicado de Levon Ter-Petrosyan, derrotado en las elecciones, en el que les animó a irse a casa. "No quiero que haya víctimas ni enfrentamientos entre policías y gente inocente", dijo Ter-Petrosyan, que fue presidente de la pequeña república y permanece bajo arresto domiciliario desde el sábado.

Además añadió que negociará con el Gobierno, modificando su postura anterior de que no iba a negociar a no ser que se cambiara el resultado electoral. La oposición dice que durante el mandato de Kocharyan se creó un régimen corrupto.

A pesar de que un pequeño grupo de unas 60 personas se enfrentó a los agentes, el domingo por la mañana la calma había vuelto y varias decenas de soldados patrullaban las calles del centro, según un testigo de Reuters. Coches quemados, tiendas saqueadas y ventanas destrozadas fueron el resultado de las protestas.

"Es una pesadilla. Mira lo que le han hecho a nuestra ciudad", dijo la estudiante de 25 años Emma Karapetyan. "Odio tanto a los líderes de la oposición como a nuestras autoridades". El Ejército está investigando las muertes, ocurridas en los peores disturbios desde que un levantamiento popular forzó la dimisión de Ter-Petrosyan.