MINA, 10 Ene. (EP/AP) -
Miles de peregrinos musulmanes apedrearon hoy tres pilares de piedra antes de la madrugada en un simbólico lapidamento del demonio, uno de los rituales finales de la peregrinación del 'hash' que congregó a más de 2,5 millones de personas en la ciudad de La Meca y su suburbio de Mina.
La conclusión de las oraciones al amanecer marcaron el comienzo de la Eid al Ahda, o fiesta del sacrificio, que recuerda la disposición de Abraham de sacrificar a su hijo al poner Dios a prueba la fe del patriarca. En el último momento, Dios reemplaza un carnero por el hijo que iba a ser degollado. La historia es compartida por las grandes religiones monoteístas, islamismo, judaísmo y cristianismo.
Ayer los peregrinos ascendieron al Monte Arafat, lugar en que el profeta Mahoma pronunció su último sermón tres meses antes de morir, para orar por su salvación. Asimismo, el gran mufti de Arabia Saudí instó a la unidad islámica ante lo que calificó de la guerra occidental contra el islam.
Después de orar en el monte, decenas de miles de fieles descendieron la colina hasta el Muzdalifah, a unos cuantos kilómetros de distancia donde recogieron piedras para lapidar al diablo, que dura dos días más. La zona de peregrinación estaba patrullada este año por 60.000 soldados a fin de asegurar el orden durante los rituales.
