Riad extradita a una ciudadana indonesia condenada a muerte e Indonesia matiza que no hubo tal veredicto

Actualizado: lunes, 23 junio 2014 7:34

MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades saudíes han repatriado este domingo a una ciudadana indonesia condenada a pena de muerte por decapitación tras ser declarada culpable de asesinar en septiembre de 2007 a la mujer que le había contratado como empleada del hogar, tras lo que se dio a la fuga tras robar 40.000 riales (unos 7.800 euros).

La Embajada de Indonesia en Riad ha matizado tras anunciar la repatriación que Satinah Binti Jumadi Ahmad no fue condenada a muerte sino a dos años de cárcel y 400 latigazos por "brujería", si bien ésta misma está condenada con pena de muerte en el país. Numerosos medios nacionales e internacionales se han hecho eco del caso durante años citando siempre la pena de muerte como condena en el caso.

Sin embargo, el portavoz de la Embajada, Dede Achmad Rifai, ha argumentado que Ahmad ha sido liberada y repatriada una vez cumplida su sentencia de cárcel, según ha informado el diario saudí 'Arab News'. Por contra, no ha dicho si le fueron infligidos los 400 latigazos.

En su defensa, Satinah, que trabajaba como empleada del hogar, argumentó que su jefa la maltrataba y aseguró que sólo la golpeó en legítima defensa. Sin embargo, el tribunal rechazó los argumentos y emitió un veredicto de culpabilidad.

Tras ello, su familia lanzó una campaña en Indonesia para recolectar la cantidad de dinero que pedía la familia de la fallecida como 'diyya' --o 'dinero de sangre'--, una compensación económica a cambio de conceder que la sentencia no fuera llevada a cabo.

En abril, el Gobierno de Indonesia anunció que pagaría 1,8 millones de dólares (alrededor de 1,3 millones de euros) en concepto de 'dinero de sangre' para evitar la ejecución de Satinah, debido a que la campaña no había logrado recolectar el total necesario.

La ejecución estaba prevista inicialmente para agosto de 2011, si bien ha sido pospuesta hasta en cinco ocasiones a causa de la intervención del Gobierno indonesio para intentar que la pena fuera conmutada.