BANGUI, 3 May. (Reuters/EP) -
El balance de víctimas a causa del ataque perpetrado el martes contra una iglesia en la capital de República Centroafricana (RCA), Bangui, ha ascendido a 26, según ha confirmado este jueves Cruz Roja.
"Hemos contado 99 heridos graves, algunos de los cuales están recibiendo tratamiento. Algunos están muriendo porque no había nada que hacer, a pesar del trabajo de los doctores", ha dicho el jefe del organismo en el país, Antoine Mbao Bogo.
El ataque fue perpetrado contra la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en las inmediaciones del barrio PK5, de mayoría musulmana. Unos 200 fieles se encontraban en el interior del templo cuando un grupo armado irrumpió en él con fusiles de asalto y granadas.
El presidente de RCA, Faustin-Archange Touadéra, ha decretado durante la jornada tres días de luto nacional como homenaje a las víctimas que perdieron la vida en el ataque.
El luto ha entrado en vigor este jueves y se prolongará hasta el sábado, según el decreto difundido por la Presidencia, en el que se ordena que las banderas ondeen a media asta en todos los edificios públicos del país.
Touadéra ha condenado los "actor de terror" perpetrados por "los enemigos de la paz", que "quieren destruir todo el trabajo que se ha logrado". Para el mandatario, grupos como el PK5 ocultan tras un supuesto trasfondo religioso sus "ambiciones políticas", pero ha prometido que seguirá trabajando por la plena reconciliación entre musulmanes y cristianos.
Así, el presidente ha apelado a la "serenidad" ciudadana y ha insistido en que las autoridades trabajarán para llevar a los responsables del ataque de Bangui ante la Justicia. "Estamos en el buen camino y vamos a seguir trabajando para que la paz llegue a República Centroafricana", ha apostillado.
La Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en RCA (MINUSCA) también ha llamado a la "calma", ante el temor de que se produzca un nuevo repunte de violencia. Dos 'cascos azules' del contingente internacional resultaron heridos esta semana al ser apedreados por una multitud.
Los últimos enfrentamientos tendrían por origen la detención de un miembro de un grupo criminal, si bien en República Centroafricana aún subyacen las tensiones derivadas del conflicto iniciado en 2013, cuando el grupo Séléka --de mayoría musulmana-- se hizo con el poder. Las represalias de las milicias 'antibalaka' --cristianos principalmente-- consumaron la guerra civil.
