MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades paquistaníes han informado este lunes del descubrimiento del cadáver de una trabajadora de un equipo de vacunación contra la poliomelitis secuestrada el domingo en la localidad paquistaní de Peshawar.
La fallecida ha sido identificada como, Salma Faruqui, de 30 años de edad, una de las principales referencias de la campaña contra la polio lanzada recientemente por el Gobierno de Jiber, tal y como ha recogido el diario paquistaní 'Dawn'.
El padre de Faruqi, Abdul Ghani, ha afirmado que alrededor de doce hombres armados irrumpieron en su vivienda en la noche del domingo y maniataron y vendaron a todos los presentes. Pese a que el marido de la fallecida opuso resistencia, los asaltantes amenazaron con matar a sus cinco hijos.
El cadáver ha sido localizado cerca del río Shah Alam y presentaba signos de torturas y varios disparos. Fuentes médicas han afirmado que Faruqui fue golpeada con la culata de un rifle y que recibió varias puñaladas.
La poliomelitis, que sigue siendo endémica en Afganistán, Pakistán y el norte de Nigeria, ha sido eliminada de prácticamente la totalidad del resto de países del mundo.
En dichos países, grupos extremistas islámicos han obstruido las operaciones de los trabajadores sanitarios, evitando que las campañas de vacunación se completen o siquiera se lleven a cabo.
Sin embargo, desde que los talibán afganos cambiaron su política al respecto, permitiendo las vacunaciones en los últimos años, ha habido una disminución de los casos en el país, pasando de 80 casos en 2011 al 14 en 2013.
Algunos grupos vinculados a los talibán paquistaníes también se han pronunciado a favor de las vacunaciones en los últimos meses, si bien algunos siguen bloqueando los esfuerzos en este sentido y atacan a los equipos médicos y a las fuerzas de seguridad que les protegen.
La cepa de poliomelitis existente en Afganistán y Pakistán es idéntica y, debido al paso de alrededor de 1,5 millones de niños a través de la frontera de forma anual, el contagio es difícil de evitar. La práctica totalidad de los casos registrados el año pasado en Afganistán fue en zonas fronterizas con Pakistán.
