Los ataques con bombas de presunta fabricación iraní alcanzaron un nuevo máximo histórico en abril

Actualizado: domingo, 6 mayo 2007 18:50


BAGDAD, 6 May. (EUROPA PRESS) -

Los ataques con bomba en Irak, llevados a cabo mediante lo que los oficiales estadounidenses consideran son artefactos de fabricación iraní, alcanzaron un nuevo récord el mes pasado, con 65 explosiones causadas por explosivos de alta penetración, según informó el encargado de supervisar el desarrollo de las operaciones militares en el país, general Raymond T. Odierno, al diario estadounidense 'Washington Post'.

Según Odierno, "una abrumadora mayoría de los ataques" han tenido lugar en el barrio predominantemente chií de Bagdad Este, según declaró el general al diario en una entrevista concedida esta semana, y que alientan las sospechas de los oficiales sobre el uso de estos proyectiles por parte de la insurgencia chií, contra blancos militares estadounidenses.

El explosivo, conocido como EFP (Explosivos Formados para Penetración, en inglés) es un tipo de artefacto particularmente letal, cuyo uso se ha duplicado el pasado año, lo que ha sido motivo de preocupación para los mandos estadounidenses. En 2006, más de tres cuartas partes de los soldados fallecidos perecieron debido al uso de artefactos explosivos con retardo.

Menos de una cuarta parte lo hicieron a causa de armas de fuego o granadas convencionales, según el diario. Los EFP no son el tipo de bombas de carretera más empleada, pero cuando hacen explosión provocan más muertes que cualquier otro tipo de dichos artefactos.

Recientes redadas llevadas a cabo por el Ejército estadounidense han aportado numerosas pruebas, según el mando militar de EEUU, de lo que consideran una estrecha colaboración entre Irán y las milicias iraquíes. El mes pasado fueron detenidos varios miembros de una presunta red de colaboradores insurgentes encargados de proporcionar fondos, entrenamiento y municiones procedentes de la Fuerza Al Quds, de la Guardia Revolucionaria Iraní, según informó la pasada semana el principal responsable de las fuerzas militares de EEUU en irak, el general David H. Petraeus.

Algunos expertos de inteligencia estadounidenses creen que las milicias chiíes de Hezbolá aportan apoyo logístico a la insurgencia iraquí, pero creen que ese procedimiento no tendría lugar sin la aprobación de las autoridades iraníes.

En las mismas redadas fueron incautados además numerosos documentos y archivos que detallaban ataques realizados contra las fuerzas estadounidenses y que presumiblemente fueron usados para justificar los fondos de financiación de la Fuerza Al Quds, según el general estadounidense.

Sin embargo, Petraeus insistió en que a pesar de que cree que los colaboradores arrestados "responden, con toda probabilidad, ante una autoridad superior", sigue sin existir "absolutamente nada" que indique conocimiento o involucramiento de los líderes iraníes.

Por su parte, diplomáticos iraníes en Bagdad han negado las alegaciones estadounidenses de que Teherán apoya la insurgencia iraní. Según Odierno, los insurgentes iraquíes han estado desarrollando sus propias versiones de los explosivos, pero hasta ahora, ninguno de ellos ha sido tan efectivo contra las fuerzas estadounidenses.

Y es que los explosivos de alta penetración fabricados por los insurgentes, desarrollados con cobre y latón, son incapaces de penetrar por completo los blindajes de los vehículos militares estadounidenses, y suelen emplearse para atacar a las fuerzas iraquíes, cuyos transportes cuentan con blindajes mucho menos resistentes, según informaron al diario estadounidense fuentes del Ejército de EEUU.

"Todavía no hemos visto ningún [EFP] casero que funcione correctamente", declaró Odierno, que señaló además que ese tipo de armas todavía no son preocupantes "por ahora".

La primera vez que se tuvo conocimiento de los EFP fue en 2005, cuando varias tropas británicas destinadas en el sur fueron objeto de los primeros ataques con estas armas. A partir de ese momento, su uso se ha ido haciendo cada vez más común, sobre todo en Bagdad. Antes de abril, diciembre había sido el mes más prolífico en estos ataques, con 62, según informó Oderno.

AUMENTO DE ATAQUES CON BOMBA DE CARRETERA

En cuanto a cifras generales, los ataques con bombas de carretera se duplicaron este último año. Estos explosivos son, según el mando estadounidense, causantes del setenta por ciento de las muertes de los soldados norteamericanos en Irak. En la capital, los ataques con explosivos también se han incrementado, según el miembro del Cuerpo de Ingenieros, sargento de primera Stuart Walker. Con el nuevo plan de seguridad, la presencia estadounidense se ha incrementado. "Antes no presentábamos tantos objetivos", afirmó Walker.

Para Walker, la situación es "un juego del gato y el ratón", en referencia a la labor de localización y desactivación de explosivos: "cada vez que las fuerzas estadounidenses mejoran su protección, los insurgentes encuentran una nueva forma de hacer evitarla". Y más aún, los milicianos cuentan "con unos servicios de inteligencia y un sistema de comunicaciones tan buenos como los nuestros", según el ingeniero Keith Alaniz.

En 2006, más de tres cuartas partes de los soldados fallecidos perecieron debido al uso de artefactos explosivos con retardo. Menos de una cuarta parte lo hicieron a causa de armas de fuego o granadas convencionales, según el diario. Los EFP no son el tipo de bombas de carretera más empleada, pero cuando hacen explosión provocan más muertes que cualquier otro tipo de dichos artefactos.

A pesar de que los servicios de inteligencia afirman encontrar cada vez más relación entre Irán e Irak en lo que a apoyo armamentístico se refiere, las fuentes consultadas por el diario estadounidense 'The New York Times' recalcaron el pasado mes de febrero que su intención era poner de relieve el peligro que suponen estos EFP, y no establecer las bases para justificar un ataque estadounidense contra Irán.

El explosivo detona al paso de los vehículos por las carreteras iraquíes mediante un sensor de movimiento, y permite que un proyectil de metal sea capaz de atravesar el espeso blindaje de los vehículos Humvee, empleados por las fuerzas estadounidenses, provocando "catastróficas consecuencias", según el diario.

"Es el explosivo más efectivo que existe en este conflicto", afirma el coronel James Danna. "En mi opinión es un arma política: no hay muchas así en Irak, pero cada vez que hacemos redadas en bases milicianas chiíes, siempre aparece", señala.

"Basándonos en los análisis forenses de los materiales recuperados en Irak, creemos que Irán es el productor de dichos componentes", señaló el informe clasificado.