Austria.- AI condena la paliza propinada por la Policía a un inmigrante gambiano y denuncia que el acto fue premeditado

Actualizado: viernes, 14 abril 2006 22:35

VIENA, 14 Abr. (EP/AP) -

El secretario general de la sección de la organización de defensa de los Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) en Austria, Heinz Patzelt, condenó hoy la paliza propinada por tres agentes de la Policía a un inmigrante gambiano y denunció que el incidente fue premeditado.

Los tres agentes, pertenecientes a la Policía de Viena, fueron suspendidos de sus funciones después de que dieran una brutal paliza al inmigrante gambiano, Bakary J., la semana pasada. El incidente tuvo lugar en el aeropuerto, el día en que el inmigrante iba a ser deportado.

Los policías, cuyo nombre no ha trascendido, están siendo investigados por haber agredido al ciudadano gambiano después de que presuntamente se negara a ser deportado hacia su país, en el aeropuerto internacional de Viena en la noche del 7 de abril, indicó la Policía vienesa.

"Es algo que estaba claramente premeditado. Incluso le dijeron que le iban a matar", afirmó el responsable de AI en Austria, en declaraciones a Associated Press. El incidente tuvo lugar en un almacén donde el hombre fue trasladado cuando se negó a ser deportado y fue sacado del avión, según los informes de la Policía.

El inmigrante recibió patadas, golpes y fue obligado a ponerse de rodillas, para después ser golpeado con un coche, indica la transcripción de las declaraciones del detenido. Además, uno de los agentes le dijo que tenía órdenes de matarle. La transcripción revela la presencia de un cuarto hombre en el almacén.

Patzelt instó a los investigadores que averigüen si existe una red interna de oficiales dentro de la Policía de Viena que permite este tipo de acciones. "No creo que exista una cadena de mando, pero estamos preocupados por la posibilidad que exista un red de policías apoyándose unos a otros de cara a este tipo de incidentes", explicó.

El abogado que representa al inmigrante indicó en declaraciones a la agencia austriaca APA que su cliente no se resistió a la Policía y que le dijo un asistente del vuelo que estaba siendo deportado contra su deseo y que su familia no sabía dónde estaba.

Bakary J. es padre de dos niños y está casado con una mujer austriaca y, después de explicar sus motivos, el piloto del avión se negó a despegar, según indicó la APA.

Por su parte, los policías que le agredieron dijeron que el detenido, que estuvo durante un tiempo en prisión por un delito de tráfico de drogas, trató de escapar del coche de Policía de camino de vuelta desde las instalaciones del aeropuerto a Viena.