MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Autoridad Palestina ha advertido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que su "política de amenazas" no servirá para lograr la paz en Oriente Próximo y ha subrayado que, si el estatus de Jerusalén queda fuera de una hipotética negociación con los israelíes, no será posible ningún acuerdo.
Trump ha vuelto a amenazar este jueves con cortar la ayuda a los palestinos si no acceden a sentarse de nuevo a negociar, en el marco de una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que también criticó la "falta de respeto" del Gobierno de Mahmud Abbas por no recibir al vicepresidente norteamericano, Mike Pence.
Un portavoz de Abbas, Nabil Abu Rudeinah, ha afirmado desde Ramala, Cisjordania, que "la política de amenazas, inanición y capitulación (de Trump) no funcionará con el pueblo palestino", según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Wafa.
También se ha pronunciado en la misma línea el principal negociador palestino, Saeb Erekat, que ha acusado a Trump de "chantajear y castigar" a miles de personas "por luchar y creer en su libertad, en los Derechos Humanos, en el Derecho Internacional y en las resoluciones de la ONU". "El presidente Trump solo sabe comprar cosas con su dinero, pero no podrá comprar la dignidad de nuestra nación", ha apostillado.
Asimismo, en contra de lo que ha declarado el presidente de Estados Unidos, tanto Abu Rudeinah como Erekat han advertido de que Jerusalén es un tema "sagrado" y, por tanto, no puede quedar fuera de la mesa de negociaciones. "Es clave para la guerra y para la paz en la región", ha asegurado el portavoz de Abbas.
Abu Rudeinah ha señalado que la ciudad santa "no está a la venta ni por todo el dinero del mundo", a pesar de que ha reconocido que la potencial retirada de fondos a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) es "totalmente inaceptable". Washington ya ha congelado una partida de 65 millones de dólares como represalia política.
MEDIACIÓN ESTADOUNIDENSE
Netanyahu ha insistido en que, a pesar de las polémicas, Estados Unidos sigue siendo el único intermediario posible de cara a una hipotética reanudación del diálogo, en contra del criterio de los palestinos, que consideran precisamente que el Gobierno de Trump ha quedado inhabilitado por el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí.
Los palestinos sostienen que Jerusalén Este debe ser la capital de su futuro Estado, mientras que para los israelíes la ciudad es indivisible, algo que este mismo jueves ha reiterado Netanyahu desde Davos.
"Si la Administración estadounidense no se retracta en su decisión sobre la ocupada ciudad de Jerusalén no tendrá ningún papel en el proceso de paz", ha recalcado Abu Rudeinah, mientras que Erekat también ha considerado que Washington se ha "descalificado" con sus actuaciones.
