PRAGA, 30 Jun. (Reuters/EP) -
Jana Necasova, exayudante y ahora esposa del ex primer ministro checo Petr Necas, ha sido declarada culpable de abuso de poder este lunes. El escándalo expuso la vida extramatrimonial de Necas y provocó su salida del Gobierno hace un año.
Necasova pidió en 2012 a los servicios de Inteligencia del Ejército, de manera ilegal, que siguieran a la entonces mujer de Necas. Éste, que reconoció que mantenía una relación con su ayudante, dijo que no sabía nada sobre el espionaje.
Necasova y otros tres agentes de Inteligencia del Ejército estaban acusados por hacer tambalear las bases políticas del país, avivar la frustración de los votantes por la corrupción en la política y ayudar al centro izquierda a ganar las elecciones de octubre. La exayudante ha sido condenada a una pena suspendida de un año de cárcel y se le ha prohibido ocupar cargos públicos en los próximos cuatro años, mientras que los tres agentes fueron absueltos. Dos de ellos podrían ser juzgados aún bajo la normativa militar.
Un portavoz del tribunal ha confirmado el veredicto del juicio sumario, un proceso simplificado. La investigación del caso se centró, por una lado, en la sospecha de que el primer ministro había dado gratificaciones a los miembros disidentes del Parlamento para que dimitieran, la mayoría después de una normativa que les daba inmunidad. La otra investigación, la que estudiaba la relación inapropiada del Gobierno con empresarios, no ha dado resultados.
El veredicto no es definitivo, ya que los fiscales han apelado el fallo del juicio sumario, lo que significa que se celebrará un juicio completo. "Creemos que el asunto debe tratarse en audiencia completa con todos los acusados", ha dicho Istvan.
El ex primer ministro abandonó su cargo en junio de 2013 ante las sospechas de corrupción, abuso de poder y negocios inapropiados con empresarios. En ese periodo, estaba en proceso de divorcio de su mujer, Radka, para casarse con su ayudante. Necasova, antes conocida por el apellido de su familia, Nagyova, declaró que se ordenó la vigilancia para proteger a la primera mujer de Necas.
