MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de República Checa, Andrej Babis, ha expresado este jueves su deseo de que el país se salga del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, firmado en julio por todos los países miembro de Naciones Unidas, a excepción de Estados Unidos.
Así, ha indicado ante el Parlamento que no está de acuerdo con el pacto y que propondrá abandonarlo al Partido Social Demócrata, socio en la coalición de Gobierno en el país europeo.
"Estados Unidos lo ha abandonado, en Hungría y Polonia hay un debate, y ahora lo hay también en Austria", ha destacado Babis, según ha recogido el portal local idnes.cz.
"Por supuesto, nadie puede decidir quién vive y trabajo con nosotros, eso es cuestión de las empresas, instituciones y el Gobierno. No cambia que no aceptaremos inmigrantes ilegales", ha sostenido, antes de recalcar que el asunto será abordado por la coalición gubernamental.
Las palabras de Babis llegan después de que Austria anunciara que seguirá los pasos de Estados Unidos y Hungría a la hora de salirse del pacto, que será ratificado el mes que viene en Marruecos.
República Checa se ha posicionado junto a países como Hungría y Polonia en una línea dura contra la inmigración. Los países del centro de Europa se han negado a respaldar el plan de cuotas de la Unión Europea (UE) para reubicar a los solicitantes de asilo en el bloque.
El Pacto Mundial para Migraciones Seguras, Ordenadas y Regulares oficial aborda por qué las personas migran, cómo protegerlos, cómo integrarlos en nuevos países, cómo devolverlos a sus hogares y otros asuntos.
El acuerdo tiene como objetivo hacer que la migración sea segura y ordenada en medio de cuestiones de soberanía nacional y cooperación internacional. Alrededor de 250 millones de personas en todo el mundo son migrantes, según datos recogidos por Naciones Unidas, o lo que es lo mismo, un 3,4 por ciento de la población mundial.
El movimiento se produjo después de la crisis migratoria en Europa en 2015, que registró la mayor afluencia de refugiados y migrantes desde la Segunda Guerra Mundial, según las autoridades. La crisis agotó los recursos y provocó el miedo a los extranjeros y tensiones a los nacionalistas.
