MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bahréin ha anunciado este domingo su intención de iniciar los procedimientos judiciales necesarios para ilegalizar Acción Islámica (Amal), un partido islamista chií de la oposición que ha desempeñado un papel destacado en las protestas contra la monarquía musulmana suní.
El Ministerio de Justicia ha dicho que pediría a los tribunales la ilegalización del partido por "importantes violaciones" de la Constitución y las leyes de Bahréin, según recoge la agencia estatal de noticias BNA.
"Esta decisión se produce tras una serie de flagrantes y continuas violaciones de la Ley 26 sobre asociaciones políticas", ha explicado la Oficina para los Asuntos sobre Asociaciones Políticas del Ministerio. En concreto, denuncian que "toma sus decisiones a las órdenes de una autoridad religiosa que aboga abiertamente por la violencia e incita al odio".
Por su parte el portavoz de Amal, Hisham Sabbagh, ha declarado, según recoge Reuters, que considera que el Ministerio está tratando de ejercer presión sobre el partido para que acepte un diálogo nacional con el Gobierno destinado a poner fin a la crisis política que surgió de las protestas que estallaron hace 16 meses. También ha señalado que las violaciones a las que se refiere el Gobierno son unas reuniones del partido en locales sin licencia en 2006 y 2008.
El principal partido de la oposición, Al Wefaq, también chií, junto a otros partidos legales, han aceptado en principio el diálogo tras denunciar que una primera propuesta de diálogo beneficiaba a las facciones progubernamentales.
Los manifestantes encabezados por la mayoría musulmana chií salieron a las calles en febrero del año pasado exigiendo un Gobierno electo y la reducción de los poderes de la familia gobernante Al Jalifa, así como el fin de la discriminación sectaria a la que dicen que se enfrentan. Unos pocos grupos chiíes llegaron a reclamar la eliminación de la monarquía.
El Gobierno ha negado que actúe con políticas sectarias y ha afirmado que las protestas han sido alentadas desde Irán, principal país de mayoría chií. Algunos de los organizadores de las protestas han sido condenados a cadena perpetua por intentar derrocar al Estado.
