DUBÁI, 28 Ene. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Bahréin ha remitido la documentación formal necesaria a Tailandia para solicitar la extradición del activista y futbolista Hakim al Araibi, quien juega desde hace años en Australia. Al Araibi se encuentra detenido en Tailandia pese a tener concedido el estatus de refugiado en Australia.
Una fuente familiarizada con el proceso ha informado de que ya se ha enviado la documentación necesaria para repatriar a Al Araibi, condenado 'in absentia' a diez años de prisión por un ataque a una comisaría de Policía en 2014. Sin embargo, Al Araibi rechaza que haya hecho nada punible.
El futbolista viajó en noviembre a Bangkok de luna de miel y fue detenido como consecuencia de una orden internacional de detención tramitada por Bahréin ante la Interpol. La ministra de Exteriores australiana, Marise Payne, había instado a Tailandia a liberar a Al Araibi.
En respuesta, el Gobierno bahreiní ha criticado la "injerencia externa" en los asuntos internos de Bahreín. "Quienes dicen que Al Araibi ha sido maltratado y quienes cuestionan la integridad de los tribunales de Bahréin ignoran que Al Araibi fue puesto en libertad bajo fianza de cien dinares", unos 232 euros, ha explicado el ministro de Interior de Bahréin, el jeque Rashid Abdulá al Jalifa.
Las autoridades argumentan que Al Araibi puede apelar la sentencia una vez regrese al país y ha destacado que en otros casos similares los acusados finalmente fueron absueltos.
Al Araibi obtuvo un permiso para viajar al extranjero junto a la selección de fútbol bahreiní tras ser puesto en libertad bajo fianza, pero huyó a Irán y logró asilo político en Australia, donde juega al fútbol a nivel profesional. El asilo se le concedió en 2017, tres años después de huir de Bahréin.
Cuando vivía en Bahréin criticó abiertamente al jeque Salmán bin Ibrahim al Jalifa, primo del rey y presidente de la Confederación Asiática de Fútbol que se presentó a las elecciones a presidente de la FIFA en 2015.
La ONG Human Rights Watch denuncia que Al Araibi fue torturado por las actividades políticas de su hermano durante la revuelta de 2011 inspirada por la Primavera Árabe, pero las autoridades niegan estas acusaciones.
