DUBÁI, 24 Dic. (Reuters/EP) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bahréin ha convocado este lunes al encargado de Negocios adjunto de la Embajada de Irak para trasladarle su malestar pos las críticas del ex primer ministro iraquí Nuri al Maliki a las autoridades bahreiníes por su actuación contra los opositores chiíes.
Al Maliki, que ahora lidera una coalición llamada 'Estado de Derecho', asistió la semana pasada a una reunión convocada por el movimiento 14 de Febrero, un grupo de activistas bahreiníes que el Gobierno de Manama cataloga desde 2014 como grupo terrorista.
"La discriminación, la marginación... han alcanzado un serio límite para el pueblo de Bahréin", aseguró Al Maliki, en su intervención en la reunión, según uno de los vídeos del acto difundidos por medios de comunicación iraquíes.
El ex primer ministro iraquí también emplazó al diálogo en Bahréin con los que "piden libertad y justicia" y a proteger a todos los bahreiníes, sean suníes o chiíes. Las autoridades de Bahréin han criticado el pronunciamiento de Al Maliki por considerarlo una "flagrante e inaceptable interferencia en los asuntos internos" bahreiníes, según informa la agencia oficial BNA.
Un responsable gubernamental bahreiní ha descrito la actitud de Al Maliki como una "clara muestra de solidaridad con los que buscan sembrar el caos, la violencia y el terrorismo y que exhiben el odio", ha señalado BNA.
Al igual que Irak, Bahréin es un escenario más en la guerra por la influencia que libran Irán y Arabia Saudí, las dos grandes potencias enfrentadas que lideran las dos corrientes mayoritarias del islam, el chiísmo y el sunismo.
Este país del golfo, en el que una familia real suní gobierna a una población mayoritariamente chií, ha ilegalizado la mayoría de los grupos opositores chiíes, ha prohibido a sus miembros presentarse a elecciones y ha procesado a decenas de personas en juicios masivos, una maniobra denunciada por grupos defensores de los Derechos Humanos.
