NUEVA YORK, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, y el Consejo de Seguridad de la ONU han condenado este sábado el atentado suicida perpetrado por el Frente al Nusra libanés en la ciudad de Hermel, bastión del partido-milicia chií Hezbola en el noreste de Líbano, en el que cuatro personas han muerto.
"La reciente escalada de los actos de terrorismo y la violencia en Líbano es una grave preocupación", ha señalado un portavoz de Ban, que reitera en un comunicado su llamamiento al pueblo libanés para mantenga su apoyo a las autoridades y las fuerzas de seguridad. Esta es, a su juicio, "la mejor forma de confrontar estas inaceptables e indiscriminadas acciones y salvaguardar la seguridad y estabilidad de su país".
Por su parte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha calificado de "atroz" e "injustificable" este atentado y ha indicado en un comunicado que estos ataques constituyen "una de las amenazas más serias para la paz y la seguridad internacional". "Los miembros del Consejo de Seguridad subrayan la necesidad de llevar a los perpetradores ante la Justicia", enfatiza en el comunicado.
Al igual que Ban, el organismo ha trasladado sus condolencias a las familias de las víctimas y ha mostrado su simpatía hacia los heridos en este ataque con coche bomba.
Según los primeros indicios, el suicida condujo el vehículo hasta una gasolinera del barrio de Zahraa y allí detonó los explosivos que transportaba, según han informado fuentes del aparato de seguridad en declaraciones al diario 'The Daily Star' publicadas en su edición digital.
La participación de milicianos de Hezbolá en la guerra civil que azota el país vecino de Siria junto con las fuerzas del Gobierno de Bashar al Assad ha provocado una escalada de la violencia en la zona fronteriza, máxime en la ciudad de Trípoli, y también contra objetivos del partido-milicia chií.
