NUEVA YORK, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha solicitado este martes al Gobierno de Uganda que revoque la recientemente aprobada ley que endurece las penas de prisión por actos de homosexualidad e incluye la cadena perpetua para los que 'reincidan' en prácticas homosexuales.
"El secretario general reitera que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de los mismos derechos básicos y tener una vida digna y sin discriminación", ha indicado su portavoz, quien ha agregado que este concepto está contemplado en la Carta de Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Constitución del país.
Ban se ha unido así a las críticas formuladas el lunes por la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien subrayó que la legislación "viola las garantías básicas y podría fomentar la discriminación, el acoso y la violencia contra las minorías sexuales".
"La desaprobación de la homosexualidad por parte de algunos nunca puede justificar que se violen los derechos fundamentales de otros", dijo, antes de resaltar que esta legislación "puede llevar a abusos de poder y a formular acusaciones contra cualquiera".
Pillay mostró además su preocupación por el hecho de que la nueva ley pueda amenazar el trabajo de los activistas pro Derechos Humanos en el país y los esfuerzos para prevenir la propagación del VIH.
La semana pasada, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) expresó su "gran preocupación" por el impacto que pudiera tener la legislación en caso de ser ratificada por el presidente, Yoweri Museveni.
"Los homosexuales tienden a evitar las pruebas de VIH y a no utilizar servicios de tratamiento y prevención por temor a la represión", explicó. El organismo calcula que en 2012 había un millón y medio de personas viviendo con el VIH en Uganda y se registraron 140.000 casos nuevos.
La nueva norma contra los homosexuales incluye penas de prisión para las personas que no denuncien ante la Policía los actos homosexuales. Los parlamentarios han excluido finalmente la cláusula que permitía la aplicación de la pena de muerte para los condenados en virtud de esta ley.
Desde su entrada en el Parlamento en 2009, la ley ha cosechado duras críticas a nivel internacional por parte de gobiernos occidentales y de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.
