BEIJING, 20 Mar. (Reuters/EP) -
El Gobierno chino rechazó hoy dar detalles sobre las supuestas pruebas que tiene contra el Dalai Lama o quienes integran su "camarilla", a los que ha acusado de haber orquestado la ola de protestas y disturbios contra Beijing en las zonas de población mayoritariamente tibetana de los últimos días.
Según China, la "camarilla" del líder espiritual tibetano organizó las protestas que degeneraron en disturbios el viernes pasado en Lhasa, en los que murieron al menos trece personas, si bien el Gobierno tibetano en el exilio habla de al menos 99 muertos.
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Qin Gang, rechazó hoy dar más detalles sobre quién está incluido en ese grupo o cómo se orquestó el complot sin que los servicios de inteligencia chinos se enteraran en un región sometida a un estrecho control del Partido Comunista Chino. "En el trascurso de la investigación, las autoridades competentes de china irán dando a conocer las pruebas a su debido momento", se limitó a decir Qin.
El portavoz no dijo cómo China puede estar segura de que el Dalai Lama, que vive en el exilio desde el alzamiento fallido de 1959 contra el régimen chino, está detrás de lo ocurrido si la investigación aún no ha terminado. Asimismo, rechazó responder a la pregunta de si China pediría su extradición de India, donde reside en la localidad norteña de Dharamsala.
Preguntado sobre quién llevará a cabo la investigación y cuánto se prevé que dure, Qin dijo que "China es un país bajo el imperio de la ley. Esas personas sin ley no pueden escapar de la justicia".
En cuanto a un eventual diálogo del Gobierno chino con el Dalai Lama, para el que ayer puso condiciones el primer ministro chino, Wen Jiabao, Qin consideró que no es suficiente que el Dalai haya abogado por la vía del "camino del medio" (autonomía en lugar de independencia para Tíbet) y pedido a los tibetanos que eviten la violencia como medio de protesta.
El Dalai Lama "ha dicho que no es un separatias, pero todas sus declaraciones y acciones demuestran que nunca ha abandonado sus palabras y actos secesionistas", afirmó el portavoz chinco. El líder espiritual tibetano debe abandonar "verdaderamente" esta postura, añadió.
En opinión de Qin, es hipócrita predicar la tolerancia ante disturbios violentos. "Si estos actos pueden tolerarse, ¿hay alguna ley en el mundo? ¿hay alguna justicia en el mundo?", preguntó. "Nosotros esperamos que la comunidad internacional entienda este punto", remachó.
