BRUSELAS, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La desaparición desde la madrugada del pasado sábado de dos niñas --Stacy, de siete años; y Natalie, de diez años--, que se encontraban con sus padres en un rastrillo que se celebraba en la ciudad Lieja, ha hecho revivir, 10 años después en Bélgica el fantasma del pederasta Marc Dutruoux, condenado en 2004 a cadena perpetua por el asesinato de dos niñas y dos adolescentes.
Las autoridades belgas difundieron hoy la foto y la identidad del principal sospechoso de un posible secuestro, Abdellah Ait Oud, compañero de una de las camareras del café en el que se encontraban las niñas cuando desaparecieron. Abdellah tiene antecedentes por agresiones sexuales a menores, según los datos de la agencia Belga que no han sido confirmados por la justicia.
Este hombre estuvo en el café hasta las 1:30 horas de la noche del viernes al sábado, es decir, hasta media hora antes de que se constatara que las niñas ya no estaban allí. Desde entonces se encuentra ilocalizable. Su domicilio fue registrado este martes y el fiscal de Lieja lanzó un llamamiento público para que se presente cuanto antes a la policía y para que cualquiera que tenga información sobre su paradero la suministre.
La desaparición de Stacy y Natalie ha provocado una fuerte conmoción en Bélgica por los fuertes paralelismos con el caso Dutroux. Dos de las víctimas de este pederasta, Julie y Melissa, fueron secuestradas hace 11 años, el 24 de junio de 1995. La evolución de la búsqueda de las niñas abre los informativos y ocupa las primeras páginas de los periódicos belgas desde el fin de semana.
Frente a estas semejanzas, las autoridades belgas intentan demostrar que han aprendido de los errores del pasado, que provocaron una fuerte crisis política. Rápidamente se abandono la hipótesis de la huida voluntaria y se empezó a trabajar en la del rapto. Además, se han destinado más de 70 policías a la investigación y se está investigando a todas las personas con antecedentes por agresión sexual que viven en las proximidades del barrio.
