BRUSELAS, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las acciones del banco franco-belga Dexia caían a media mañana un 23,14% en la bolsa de Paris por los rumores de una inminente ampliación de capital que tendría como objetivo reconstruir sus fondos propios y recuperar la confianza de los mercados. La caída de Dexia se produce pocas horas después de que Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo salieron al rescate de la entidad belga-holandesa Fortis mediante la inyección de 11.200 millones de euros a cambio del 49% del capital.
Tras iniciar la sesión al alza, las acciones de Fortis también perdían a media mañana un 18,9% en la bolsa de Amsterdam.
Según el periódico francés 'Le Figaro', Dexia podría anunciar de forma inminente una ampliación de capital. Durante la noche del domingo se celebró una reunión del consejo de administración del banco por teléfono para cerrar los detalles. El ministro de Finanzas belga, Didier Renyders, aseguró a la radio RTBF que el Estado belga está dispuesto a salir al rescate de Dexia al igual que ha hecho con Fortis.
Dexia se ha visto particularmente afectado por la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos a través de su filial norteamericana FSA, que ha tenido que recapitalizar. Desde principios de año, el valor de sus acciones ha caído casi un 60%.
La operación de rescate de Fortis se cerró a última hora de la noche del domingo. Los Gobiernos de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo acordaron invertir un total de 11.200 millones de euros en las divisiones de Fortis en cada uno de estos países, con lo que pasan a controlar el 49% del grupo.
En concreto, Bélgica pagará un total de 4.700 millones de euros por un 49% del capital de Fortis Bank NV, mientras que Holanda inyectará 4.000 millones en Fortis Bank Nederland, también a cambio de un 49% de esta entidad.
El Estado luxemburgués, por su parte, invertirá 2.500 millones de euros en Fortis Banque Luxembourg en forma de un préstamo convertible, que le da derecho a un 49% del capital de la entidad.
Además, Fortis ha puesto a la venta los activos que adquirió del banco ABN Amro, excluyendo la división de gestión de activos. De acuerdo con las informaciones publicadas por la prensa belga, el comprador podría ser ING y el precio podría ascender a 10.000 millones de euros, aunque las negociaciones todavía no han concluido.
