BRUSELAS, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los belgas están llamados a las urnas este domingo para elegir un nuevo Gobierno que alivie las tensiones entre las comunidades flamenca y valona que hicieron caer el último Ejecutivo de coalición del democristiano flamenco Yves Leterme, a sólo quince días para que el país tome el relevo en la presidencia de turno de la UE y con los nacionalistas flamencos (N-VA) liderando las encuestas.
Las encuestas publicadas por los medios belgas dan a los nacionalistas flamencos (N-VA) la victoria en la mitad norte del país (Flandes) e incluso algunos sondeos la sitúan como la fuerza más votada en el conjunto del Estado federal, mientras que los socialistas francófonos (PS) se impondrían en la mitad sur.
En Flandes, el partido de Leterme (CD&V) perdería diez puntos respecto a las elecciones de 2007 y se quedaría con un 19,4%. También perderían apoyos los liberales que forzaron la caída del Gobierno (OpenVLD) de un 18 a un 13% y los nacionalistas de DeDecker y los ultraderechistas de Vlaams Belang (con entre el 13 y el 15%). Mientras, los socialistas neerlandófonos (SpA) se mantendrían y los verdes (Groen) ganarían dos puntos y lograrían casi un 8% de los votos.
En Valonia, mejoran los resultados de 2007 los socialistas (PS, 34%), los verdes (Ecolo, 18,4%) y democristianos (CdH, 17,3%), mientras que pierden apoyos los liberales (MR, 20,45) y el Frente Nacional (2%).
GOBIERNOS DE COALICIÓN
El difícil equilibrio de poderes entre las dos comunidades ha dado lugar tradicionalmente a Gobiernos de coalición con presencia de fuerzas de las dos partes y se prevé que, tras los comicios del domingo, comiencen los contactos entre los grupos más votados.
Las dudas persisten respecto a si habrá un Gobierno belga antes de que el próximo 1 de julio tome el relevo de España en la presidencia de turno de la UE o si las negociaciones se alargarán hasta después del verano.
El apoyo al N-VA --partido hasta ahora minoritario que defiende un Estado confederal como vía hacia la independencia de Flandes-- colocaría a su líder, Bart de Wever, en posición de iniciar las conversaciones para formar Gobierno.
De Wever ha dejado entrever que apoyaría a un primer ministro francófono a cambio de concesiones para la comunidad flamenca, aunque significase que un valón dirija el Ejecutivo federal por primera vez en tres décadas.
El líder de los socialistas francófonos, Elio di Rupo, es el favorito para este supuesto, pero este viernes dejó claro que no piensa en el cargo "a cualquier precio".
El detonante de la crisis que obligó a convocar elecciones anticipadas fue la disputa abierta desde hace años entre francófonos y neerlandófonos por los derechos lingüísticos de un distrito electoral de las afueras de Bruselas, Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV).
El frágil Ejecutivo de Leterme se vio obligado a dimitir tras la salida de los liberales flamencos (Open VLD) de la coalición, que rompieron el equilibrio y dejaron a la formación de Leterme, también flamenca, en minoría ante tres grupos valones: liberales (MR), socialistas (PS) y democristianos (CdH).
