BRUSELAS, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Rey belga Alberto II aceptó hoy la dimisión que le presentó esta misma tarde el democristiano flamenco y vencedor de las elecciones generales del pasado 10 de junio, Yves Leterme, debido a la imposibilidad que ha constatado --desde que inició las negociaciones a mediados de julio-- de que flamencos y valones lleguen a un acuerdo, particularmente sobre la espinosa cuestión insitucional y las pretensiones de los primeros de dar más competencias a las regiones y comunidades en detrimento del Estado federal.
La decisión fue anunciada por el Palacio Real después de la audiencia que mantuvieron esta tarde Leterme y el monarca, que se vio obligado a regresar repentinamente de sus vacaciones fuera del país para atender a la crisis, abierta la semana pasada cuando tuvo que suspender temporalmente las negociaciones y agravada la pasada noche, tras una reunión oficiosa entre los partidos que evidenció la imposibilidad de llegar a un consenso que permita formar una coalición suficiente para gobernar el país.
El principal escollo de las negociaciones son las reclamaciones de los flamencos --neerlandófonos--, que quieren ampliar las competencias de las comunidades y las regiones en los órdenes judicial, fiscal, cultural, en materia de inmigración o inclus en la gestión del código de circulación y que, según han señalado a la prensa local, los negociadores valones --francófonos-- consideran que sería "el fin de Bélgica".
En declaraciones a la prensa al término de su reunión con el Rey, Leterme reconoció haber constatado "este jueves al medio día que era momentáneamente imposible llegar a un programa ambicioso por el que el elector dio una señal clara el pasado 10 de junio".
Señaló que, a pesar de las dificultades, los cuatro partidos posibles a integrar una coalición gubernamental --los cristianos demócratas flamencos, CD&V, de Leterme; los liberales flamencos del Open VLD, y los valones Movimiento Reformador y el Centro Demócrata Humanista-- fueron capaces de ponerse de acuerdo en importantes aspectos, no así en el institucional.
Sobre su decisión de desistir, Leterme señaló que llegó "a esta conclusión después de haber intentado durante mucho tiempo, con el alma y la conciencia, con mucha paciencia, y despues de haber intentado acercar los puntos de vista de los cuatro partidos para elaborar un buen programa para un Gobierno estable que el país necesita".
Ante esta nueva situación, el Rey podría nombrar a un nuevo formador o incluso, otra figura propia del proceso de formación de Gobierno en Bélgica y anterior a éste, el informador, que se encargaría de informar al monarca de las posiciones de los partidos, algo que se hizo en las primeras semanas después de los comicios de junio.
La edición digital de 'La Libre Belgique' apuntó que, esta vez, el designado podría ser valón, una opción que contaría, señaló, con el visto bueno flamenco, bajo el argumento de que habrían sido los valones los que hicieron fracasar las negociaciones. Por su parte, la edición digital del diario 'Le Soir' apuntó la posibilidad del nombramiento del líder del Movimiento Reformador, Didier Reynders, que también este jueves fue recibido en Palacio por Alberto II.
