BRUSELAS, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades belgas pusieron hoy en cuarentena un total de 300 granjas de cerdos y pollos por la supuesta contaminación del pienso de los animales con dioxinas, una sustancia altamente cancerígena. La crisis alimentaria afecta también a Países Bajos y Alemania.
La Comisión Europea explicó que se están llevando a cabo análisis para determinar si la contaminación afecta también a alimentos destinados al consumo humano. Una vez se conozcan los resultados, se tomarán las medidas necesarias con el objetivo de evitar que los productos lleguen al mercado, según dijo el portavoz de Sanidad, Philip Tod.
La agencia belga de seguridad alimentaria desveló que el origen de la presencia de dioxinas se encuentra en el acido clorhídrico usado en la producción de los piensos para animales.
Por ello, se decretó el cierre de 300 granjas de cerdos y pollos que se han abastecido de los piensos contaminados, y que se suman a otras 96 cuya puesta en cuarentena fue decidida el pasado viernes. Estas explotaciones no podrán introducir en el mercado ni animales ni productos derivados hasta que no se demuestre que no hay riesgo.
La agencia de seguridad alimentaria aseguró a través de un comunicado que, de momento, "no existe un peligro inmediato para la salud pública" porque la concentración de dioxinas no es muy elevada. "Ahora que el origen de la contaminación ha sido delimitado, la agencia alimentaria determinará la propagación de las dioxinas. No se descarta que se pongan bajo cuarentena otras explotaciones".
El Ejecutivo comunitario alabó la rápida reacción de Bélgica y Países Bajos, donde se exportaron parte de los piensos contaminados, para bloquear las granjas afectados. En Alemania se han visto perjudicadas 7 explotaciones.
Hace siete años, una crisis provocada por la presencia de dioxinas obligó a sacrificar millones de pollos y centenares de cerdos en Bélgica.
