ROMA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los benineses acudirán mañana a las urnas para elegir a su presidente, por cuarta vez desde la introducción del multipartidismo en 1991, después de un recorrido político complejo, marcado por años de dictaduras, tras la independencia de Francia en 1960.
De un total de 7,65 millones de habitantes, menos de cuatro millones podrán emitir sus papeletas de voto mañana a partir de las 6:30 horas (hora local), informó la agencia misionera de noticias MISNA.
Estas presidenciales están caracterizadas por la ausencia de dos grandes excluidos: el presidente saliente Mathieu Kerekou, de 72 años, elegido en 1996 y reelegido en 2001, y su histórico rival, el ex presidente Nicephore Soglo (1991-1996), ya que la Constitución impone un límite de edad a los 70 años.
Kerekou, que gobernó desde 1972 hasta 1991, abandonó en 1987 la carrera militar y dos años después la doctrina del marxismo-leninismo.
Soglo aparece representado en las urnas por su hijo, Lehady, pero los favoritos son Bruno Ange-Marie Amoussou, que quedó tercero en las presidenciales de 1991, 1996 y 2001, el ex presidente del Parlamento Adrien Houngbeyi y Yayi Boni, cristiano evangélico, economista y miembro de uno de los tres grupos étnicos más influentes, los Nagos, en una nación donde el 70% de la población practica cultos tradicionales, el 15% son musulmanes y el 15% cristianos.
Según ciertos observadores, Boni, antiguo dirigente del Banco para el Desarrollo de Africa del Oeste, podría ser la sorpresa en estas elecciones. Además, se presentan dos mujeres, la abogada Marie-ELyse Gbedo, ex ministra de Comercio, y Celestine Zanou, ex directora del Gobierno de Kerekou.
La Comisión Electoral autónoma (Cena) señaló la ausencia de un millón de fichas electorales, pero aseguró que las elecciones tendrán lugar de todas formas.
Asimismo, el organizador de la campaña de Lehady Soglo denunció "la inscripción de menores y extranjeros" en las listas electorales, en particular en las zonas fronterizas. Otro candidato, Richard Sénou, denunció también irregularidades. "Es imposible que en cinco años la población de Cotonou en edad de votar se haya diplucado", denunció, citado por MISNA.
