MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, afirmó a finales de marzo durante un encuentro a puerta cerrada con líderes de organizaciones judías estadounidenses que los palestinos deben empezar a aceptar las propuestas de paz de Estados Unidos o "callarse y dejar de quejarse".
Según las informaciones publicadas por un periodista israelí de la cadena israelí Channel 10, Bin Salmán dijo que "durante las últimas décadas la cúpula palestina ha perdido una oportunidad tras otra y ha rechazado todas las propuestas de paz".
"Es hora de que los palestinos acepten las propuestas y acuerden ir a la mesa de negociaciones o de que se callen y dejen de quejarse", señaló, según tres fuentes consultadas por el periodista Barak Ravid y un cable diplomático del Ministerio de Exteriores israelí.
Durante la reunión a puerta cerrada, Bin Salmán señaló además que la causa palestina no es una de las prioridades de Riad ya que "tiene asuntos mucho más urgentes e importantes", entre los que citó hacer frente a la influencia de Irán en la región.
Pese a ello, reiteró que ni Arabia Saudí ni el resto de países del Golfo normalizarán sus relaciones con Israel si no hay progresos significativos entre israelíes y palestinos.
Este lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha sugerido que está a favor de una solución de dos Estados para resolver el enquistado conflicto entre israelíes y palestinos, a pesar de que el presidente norteamericano, Donald Trump, llegó a poner en cuestión que esta vía fuese imprescindible.
La Casa Blanca estaría ultimando un nuevo plan de paz del que no se conocen detalles, si bien los palestinos ya han rechazado cualquier mediación de Estados Unidos después de que Trump reconociese en diciembre a Jerusalén como capital de Israel y anunciase el traslado de la Embajada.
El reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital israelí ha dinamitado cualquier expectativa de paz. Este gesto de la Administración Trump ha acabado con el consenso internacional acerca de la necesidad de que el estatus de Jerusalén se decida en unas eventuales negociaciones de paz.
La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó en diciembre una resolución --con el apoyo de 128 de los 193 países de la ONU-- en la que insta a Estados Unidos a dar marcha atrás.
