Uno de sus hijos sugiere que el presidente podría tomar "medidas enérgicas" para evitar la "ruptura" del país
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha considerado que la investigación del Tribunal Supremo Federal (STF) contra algunos de sus aliados por la presunta difusión de noticias falsas es un ataque contra la "libertad de expresión".
"Ver a ciudadanos de bien con sus propiedades invadidas por ejercer su derecho a la libertad de expresión es una señal de que algo muy grave está ocurriendo con nuestra democracia", ha escrito en Twitter.
Así, ha asegurado que su Gobierno trabaja "para que se haga valer el derecho a la libertad de expresión" en Brasil. "Ninguna violación de ese principio debe ser aceptada pasivamente", ha reivindicado.
Ya en declaraciones a la prensa desde el Palacio de Alvorada, Bolsonaro se ha mostrado molesto por una operación que considera una injerencia de los demás poderes del Estado en su Gobierno.
"Respeto al Tribunal Supremo Federal, respeto al Congreso Nacional, pero para que ese respeto continúe por mi parte ellos tienen que respetar también al Poder Ejecutivo", ha dicho reclamando "humildad y lealtad" de todas las ramas del Estado con los brasileños.
Bolsonaro ha denunciado que el verdadero objetivo de estas maniobras judiciales es "perseguir" a sus seguidores. "La historia de querer criminalizar, lo del delito de odio, es un artificio para censurar las redes sociales, las mismas que me llevaron a la Presidencia", ha indicado.
Además, ha advertido de que está llegando al "límite". "Las cosas tienen un límite y hoy ha sido el último día (...) ¡Ya basta, mierda!", ha llegado a decir, aunque a continuación ha pedido perdón por la palabrota.
"MEDIDAS ENÉRGICAS"
Por su parte, Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del presidente y diputado federal, ha acusado al Poder Judicial de favorecer la "ruptura" del gigante suramericano y ha sugerido que, para evitarlo, su padre podría adoptar una "medida enérgica".
En una entrevista concedida a la cadena Terça Livre, Eduardo Bolsonaro se ha mostrado comprensivo con quienes han asumido una "postura moderada" para evitar precisamente esa "ruptura", si bien ha considerado que "no se trata del 'si', sino del 'cuándo' va a ocurrir", asumiendo con ello que ya se ha producido.
"La gente está viendo una decisión detrás de otra para tensar esa relación" entre el Gobierno y la población, ha dicho. "Y después, no se engañen, cuando lleguemos al punto de que el presidente no tenga más salida que una medida enérgica será tachado de dictador", ha deslizado.
El diputado federal se ha referido no solo a la investigación del magistrado Alexandre de Morares sobre las 'fake news' sino a la orden de su colega Celso de Mello de publicar un vídeo de la reunión ministerial del 22 de abril en el marco del caso sobre las supuestas injerencias del presidente en la Policía Federal.
"Los magistrados Alexandre de Moraes y Celso de Mello van a conseguir la proeza de hacer que las manifestaciones, que hasta ahora se han celebrado seis fines de semana consecutivos en Brasilia, se trasladen a las puertas del Palacio de Planalto para saludar al presidente", se ha jactado.
'FAKE NEWS'
La Policía Federal llevó a cabo el miércoles un operativo en seis estados, incluidos el Distrito Federal, Río de Janeiro y Sao Paulo, para ejecutar 29 órdenes de busca y captura emitidas por De Moraes por el caso de las 'fake news'.
El STF investiga desde el pasado mes de marzo sobre las "noticias falsas, ofensas y amenazas que afectan a la honorabilidad y a la seguridad" del tribunal, sus miembros y las familias de estos.
Hasta la fecha, los investigadores han identificado al menos doce perfiles en redes sociales que han difundido las 'fake news' contra la institución judicial. Entre los investigados están el ex diputado federal Roberto Jefferson, el empresario Luciano Hang y los blogueros Allan dos Santos y Winston Lima, todos ellos aliados de Bolsonaro.
