Reitera el apoyo del Gobierno a las empresas amenazadas por las sanciones de EEUU en Cuba El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, ha pedido este lunes a sus socios en la Unión Europea apoyo a los contactos exploratorios en Oslo entre representantes del régimen de Nicolás Maduro y del autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, para evitar que "embarranque" la posibilidad de hallar una solución por esta vía a la crisis en Venezuela. "Lo importante es que lo que está en marcha, el proceso de Oslo, no embarranque. Ahora tenemos algo, vamos a intentar que esa forma de abordar el problema entre el Gobierno de Guaidó y el Gobierno 'de facto' de Maduro no perezca", ha declarado el ministro español a la prensa en Luxemburgo, donde ha participado en una reunión de ministros de Exteriores de la UE. Borrell ha concedido que hay países reticentes a negociar "nada, nunca, con Maduro", porque quedaron "escarmentados" en experiencias anteriores por procesos que "no acabaron bien". Sin embargo, a juicio del jefe de la diplomacia española es importante mostrar el apoyo al proceso de Oslo y "hacer todo lo posible para que ese proceso que ha arrancado no se detenga". En este sentido, el ministro ha advertido del riesgo de que, si esta opción también fracasara, sería "mucho más difícil" empezar otro proceso; al tiempo que ha subrayado que el objetivo de la UE "no es hacer la competencia, sino cooperar". Borrell también ha expresado su apoyo al ex secretario general iberoamericano Enrique Iglesias, nombrado por Federica Mogherini como su asesor para ayudar a promover una solución en Venezuela. "Valoramos muy positivamente su incorporación", ha apuntado. Sobre las tensiones con Estados Unidos por la reactivación de las sanciones a empresas que inviertan en Cuba, Borrell ha reiterado el apoyo determinado del Gobierno a las empresas españolas con intereses en la isla que pudieran verse afectadas. "El Gobierno español va a apoyar a las empresas que trabajan en Cuba y a hacer todo lo que esté en su mano para defender sus intereses, activando los mecanismos de los que dispone la UE", ha expresado. El ministro ha recordado que, por el momento, solo se ha notificado la intención de presentar demandas contra empresas españolas, en base al Título III de la Ley Helms-Burton, que contempla sanciones para los países que mantienen relaciones económicas y comerciales con Cuba. Esta disposición estaba en suspenso desde hace tres décadas para evitar que empresas o particulares en Estados Unidos pudieran denunciar en los tribunales de su país a la Unión Europea o empresas europeas que operan en la isla caribeña, pero la Administración de Donald Trump no ha prorrogado la exención. En este sentido, Borrell ha subrayado que la oposición de España a este cambio no solo responde a intereses comerciales por cómo afecta a sus empresas, sino que también es un rechazo tajante del principio, porque supone una aplicación extraterritorial de la legislación de un país. "Estados Unidos hace leyes que pretenden que sean de obligado cumplimiento por parte de otros países, lo que es una clara violación del Derecho Internacional", ha alertado el ministro español. El jefe de la diplomacia española, además, ha advertido de que las sanciones de Washington tampoco van a contribuir a los objetivos que comparten la UE y Estados Unidos con respecto al respeto de los Derechos Humanos en Cuba. "Vamos a crear un vacío que será ocupado por otros países a los que los Derechos Humanos y las libertades en Cuba no les importan demasiado", ha lamentado Borrell, para quien medidas de este tipo solo generan una "oleada de victimismo" por parte del régimen y empobrecen a la población.