MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El mediador internacional para Siria de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, se ha disculpado ante el pueblo sirio ante la incapacidad de las conversaciones de paz de Ginebra 2 para alcanzar los objetivos propuestos al inicio de la negociación, que pasaban por el fin de la violencia y el comienzo de una transición política.
"Quiero pedir disculpas al pueblo sirio. No les hemos ayudado mucho", declaró Brahimi en una comparecencia de prensa al término del segundo encuentro entre Gobierno y oposición, en comentarios recogidos por la cadena panárabe Al Yazira.
A pesar de que ayer se mostró convencido del regreso de las partes a una tercera ronda de negociaciones, el mediador eludió dar una fecha concreta para el nuevo encuentro.
El Gobierno y la oposición siria dieron por concluidas las segundas conversaciones de paz en Ginebra tras una reunión que la oposición ha calificado de "tensa", en la que no se ha alcanzado ningún acuerdo.
"Ha sido una sesión corta y tensa, dominada por las diferencias a la hora de abordar cuestiones como la violencia y la transición política", declaró el representante de la delegación de la oposición siria, Ahmad Jakal.
A pesar de que el mediador internacional expresó ayer su deseo de que ambas partes se reúnan para un tercer encuentro "no se ha fijado una fecha, pero parece claro que Brahimi espera una tercera reunión", añadió el portavoz opositor.
La primera de las rondas de negociaciones finalizó hace diez días sin grandes avances y la apertura de un corredor humanitario a la Ciudad Vieja de Homs, asediada durante dos años, como único logro de calado.
Sin embargo, en esta segunda ocasión para el diálogo, ni el Gobierno sirio ni la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) parecen ceder en sus posiciones.
El viceministro de Exteriores sirio, Faisal Makdad, aseguró esta madrugada que en esta ronda de conversaciones "no se ha cosechado ningún progreso", mientras que otro portavoz de la delegación opositora, Louay al Safi, apntó que las negociaciones habían "llegado a un punto muerto".
