En Brasil se celebrará también la cumbre de Unasur, que deberá abordar las diferencias entre Uruguay y Argentina, y la Cumbre de Río
BRASILIA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Unos 33 jefes de Estado y representantes de Gobierno se reunirán mañana en la localidad de Costa du Sauípe, en Salvador de Bahía, en el norte de Brasil, para celebrar la primera Cumbre de América Latina y el Caribe (CACL) sobre Integración y Desarrollo, que se extenderá hasta el miércoles.
El objetivo es analizar los posibles efectos de la crisis financiera internacional en la economía del continente de una forma más localizada y sin la intervención de las potencias de los países europeos y Estados Unidos, razón por la que ha sido considerado un encuentro histórico y sin precedentes en América.
"El orden del día de la cumbre es abordar las cuestiones relacionadas con la integración y el desarrollo de cara a la crisis que hoy tenemos en la agenda internacional: el ámbito financiero, energía, alimentos, vinculados al cambio climático", indicó el director del Departamento de Integración Económica Regional del Ministerio de Exteriores, Paulo Roberto de Francia.
Será una reunión multilateral, no sólo por la cantidad de países presentes, sino porque además se reunirán de forma conjunta y simultánea las naciones miembros de organizaciones latinoamericanas como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Comunidad del Caribe (Caricom), la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Petrocaribe y el Gurpo de Río.
El mandatario brasileño, Luiz Inácio 'Lula' Da Silva, ha destacado la presencia de todas estas organizaciones, pero ha dejado claro que los jefes de Estado y los delegados hablarán en nombre de sus países y no como miembros de un determinado organismo.
LA CRISIS ECONÓMICA
Varios presidentes que quedaron fuera de la cumbre de Washington realizada el pasado mes de noviembre habían propuesto hacer un encuentro entre las naciones de América Latina y el Caribe para coordinar acciones conjuntas frente la crisis financiera. Sin embargo, es importante aclarar que esta reunión ha sido convocada desde febrero por 'Lula' ante el inminente impacto de la crisis global.
En la agenda de la 'cita de Bahía' figuran una serie de temas que serán debatidos por los jefes de Estado y que también incluyen objetivos de tipo social, aunque la mayor parte del encuentro se irá en hablar sobre los retos económicos como la devaluación monetaria, el difícil acceso al crédito, la caída de las exportaciones y las bruscas reducciones del precio del petróleo, entre otros.
Pero lo que prevalecerá en el temario son los principios de "solidaridad y cooperación", de acuerdo con el proyecto final divulgado por la agencia Prensa Latina. Los gobernantes trabajarán para acercar posiciones con el fin de hacer frente a la crisis internacional y por darle un trato especial a las economías más vulnerables.
Además, debatirán para que las medidas entre las naciones no se tomen de forma unilateral, mucho menos si son coercitivas, ya que el propósito de este encuentro es lograr la mayor integración posible mediante mecanismos de concertación multilateral.
Por último, De Francia aclaró que no existe la intención de crear una zona de libre comercio en el continente y que ese tema no se tocará en la cumbre, por lo menos, de forma conjunta. "No habrá espacio para una declaración de esa naturaleza, que diga 'vamos a llegar a un libre comercio', porque éste no es el espíritu (...). El espíritu es profundizar la integración", explicó en una entrevista difundida por el diario 'O Globo'.
CONVERGENCIA DE CUMBRES
Mañana por la tarde (noche en España), se realizará de forma paralela la cumbre de Unasur, que estará cargada de polémicas, primero por las divergencias entre Argentina y Uruguay, y segundo, por la petición de Bolivia de analizar más a fondo la masacre en la que murieron más de 20 campesinos.
Con respecto al primer caso, Uruguay amenazó con abandonar el organismo si el ex presidente argentino, Néstor Kirchner, es designado secretario general de Unasur mediante una votación y no por consenso.
El Gobierno del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, ha mantenido un enfrentamiento con Kirchner y su esposa --actual presidenta de Argentina-- por la instalación de una planta de celulosa en tierras uruguayas. Un puente que une a ambos países se mantiene cerrado desde hace dos años por el conflicto.
Por otro lado, está Bolivia, que recibió con agrado el informe que el pasado 3 de diciembre le entregó la presidenta de turno del organismo, la chilena Michelle Bachelet, en el que se condena el homicidio de unos 20 campesinos en el departamento boliviano de Pando el pasado mes de septiembre. El presidente boliviano, Evo Morales, espera recibir el informe final de Unasur sobre esta masacre considerada como un crimen de lesa humanidad.
Asimismo, mañana se celebrará la Cumbre del Grupo de Río, que formalizará el ingreso de Cuba a este grupo, actualmente compuesto por 22 países de América Latina. La crisis y la caída de las exportaciones son los temas que prevalecerán en el encuentro.
