Brown prepara una remodelación por un sondeo que revela que el laborismo no mejorará sin él

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Actualizado: viernes, 1 agosto 2008 19:49

   LONDRES, 2 Ago. (EUROPA PRESS/Eva Martínez Millán) -

   El primer ministro británico, Gordon Brown, prepara ya una estrategia de recuperación de autoridad en respuesta a la creciente presión para que abandone con la remodelación de su Gobierno como una de las principales actuaciones de choque y alentado por los datos de la última encuesta publicada.

   Pese a confirmar la deriva del partido, revela que el Laborismo no mejoraría sus perspectivas en caso de cambio de líder, a no ser que éste fuese de nuevo Tony Blair.

   Así, a pesar de ratificar la debacle en las urnas que todos los trabajos anteriores han venido apuntando, el sondeo publicado ayer por el diario conservador 'Daily Telegraph' representa uno de los pocos salvoconductos de Brown para reinvidicar su continuidad en la misma semana en la que su propia formación ha dado por iniciada la carrera sucesoria a instancias del ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband.

   Tras el polémico artículo publicado el pasado martes en el que Miliband reclamaba cambios radicales para el partido y eludía, de forma no inocente según los analistas, toda referencia al actual mandatario, la encuesta realizada por la firma YouGov resta posibilidades al titular de Exteriores, que obtendría un raquítico 24 por ciento de celebrarse unas elecciones, un punto menos que el ya desastroso 25 por ciento que se llevaría Brown.

   No obstante, se trata de la única buena noticia para el dirigente escocés, cuya popularidad en el poco más de un año que lleva en el cargo ha caído a niveles tan sólo superados por John Major, el primer ministro conservador que sustituyó a Margaret Tatcher y que vio cómo el empuje del 'nuevo laborismo' encarnado por Tony Blair lo desalojaba de Downing Street. Por su parte, los 'tories' se disparan a su nivel más alto, un 47 por ciento que le daría una holgada mayoría en el Parlamento.

   Con todo, otros supuestos aspirantes a la sucesión laborista recaban peores saldos que Brown todavía y frente al 24 por ciento que apostaría por el mejor posicionado de la 'vieja guardia', el ministro de Justicia, Jack Straw, aclamado como el hombre de consenso en el laborismo, otros como el titular de Salud, el también veterano Alan Johnson, se haría con un 19 por ciento de apoyo, y el secretario de Infancia, Ed Balls, con un 17.

   BLAIR, ÚNICA ALTERNATIVA

   No obstante, hay un hombre que podría mejorar la actuación de los actuales miembros del Gobierno, si bien ya no forma parte de él: Tony Blair, que un año después de dejar el poder ve cómo el 32 por ciento le devolvería la confianza y lograría romper la barrera de los más de 20 puntos que actualmente separan a los laboristas de la oposición, ya que con él como cabeza de cartel los conservadores verían su apoyo recortado al 41 por ciento.

   En consecuencia, la encuesta suscita serias dudas acerca de la conveniencia de forzar la salida de Brown al reinicio del curso político en septiembre, como podrían estar maquinando ya sus compañeros de filas, puesto que el movimiento podría volverse en contra del partido y conduciría al número 10 de Downing Street al tercer inquilino en una misma legislatura, de los que tan sólo el primero habría pasado por el refrendo de las urnas.

   Sin embargo, los partidarios del relevo ya cuestionaron el argumento en base a que, de tener lugar el cambio, el nuevo líder obtendría un empuje mediático que conduciría a cambiar la percepción que los británicos tienen del Gobierno. Así, sólo el 15 por ciento considera actualmente que Gordon Brown está a la altura, una deriva sólo superada por John Major en 1995, dos años antes de perder el poder, y el 44 por ciento cree que aunque estaba capacitado para la cartera del Tesoro que desempeñó hasta el pasado año, no lo está para gestionar las riendas del país.

   No obstante, el primer ministro mantiene su intención de agotar la legislatura en mayo de 2010 y desde su retiro vacacional de Suffolk, al sureste de Inglaterra, diseña ya la estrategia con la que aspira a recuperar el control tanto del partido como del Gobierno, en el que hasta diez miembros podrían estar dispuestos a provocar una renuncia en cadena a partir de septiembre en caso de que no acceda a ceder el testigo.

   REMODELACIÓN

   Según informa el diario 'The Times', Brown ha ordenado ya una serie de reuniones con los ministros al comienzo del próximo mes, que incluyen dos teóricos consejos y un retiro, convocatorias que podrían confirmar su intención de acometer una remodelación en breve en la que figura como una opción el nombramiento de Miliband como ministro del Tesoro, uno de los puestos capitales del Gobierno británico y tarea durante una década de Brown antes de trasladar su residencia del número 11 al número 10 de Downing Street.

   Paralelamente, el mandatario ha intervenido para frenar la campaña iniciada por los sectores molestos con la "deslealtad" de Miliband en su desaforada actividad de esta semana, en la que además del artículo del martes ha aparecido reiteradamente en los medios con intervenciones en las que, pese a apoyar a Brown, evitó autodescartarse para un relevo.

   El objetivo del mandatario sería evitar el daño mayor que una nueva guerra abierta generaría, si bien ya ha exigido al ministro que suspenda el viaje oficial que preveía emprender a la India el 7 de septiembre, frente a la versión de otros sectores que mantienen que la decisión la tomó el propio titular de Exteriores, desde este fin de semana de vacaciones en España, para evitar abandonar el país en un momento que podría ser crucial para el futuro del partido.