BRUSELAS, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europa propuso hoy una serie de medidas para reforzar la seguridad de las infraestructuras fundamentales de los Estados miembros frente a las amenazas del terrorismo y otros riesgos potenciales, como los delitos informáticos, el crimen organizado, o incluso las catástrofes naturales.
Entre ellas, pide la elaboración de Programas Nacionales de Protección de Infraestructuras Básicas inventariándolas y aportando información sobre los efectos políticos, sociales y medio ambientales de una eventual destrucción total o parcial de este tipo de instalaciones así como las consecuencias sobre la salud pública.
El programa ideado por el comisario responsable de Libertad, Justicia y Seguridad, Franco Frattini, contempla la adopción de una directiva para censar y clasificar las infraestructuras básicas europeas y una evaluación sobre la necesidad de mejorar su protección. Sugier asimismo la creación de una red de alerta que podría estar en marcha el año que viene, la posibilidad de contar con expertos europeos en seguridad para asesorar a los Estados y procedimientos para compartir información relevante para la protección de las infraestructuras, así como el análisis de la interdependencia de las mismas.
De hecho, la iniciativa de la Comisión pone el acento en la necesidad de tener en cuenta la dimensión transfronteriza de este tipo de infraestructuras que a veces son compartidas por más de un Estado miembro, así como la importancia de implicar en los mismos criterios de protección a países extracomunitarios como Rusia, sobre todo si se tiene en cuenta la relevancia del suministro energético que transita por sus gasoductos y los de sus vecinos.
La directiva presentada hoy identifica once áreas de especial atención: energía, industria nuclear, sector de la información y las tecnologías de la comunicación, agua, alimentación, salud, sector financiero, transporte, industria química, sector aeroespacial e investigación. La CE considerará infraestructuras fundamentales aquéllas que, si se destruyen o dejan de prestar un servicio afectarían de manera significativa a dos más Estados miembros de la UE.
