BRUSELAS, 21 Jun. (EP/AP) -
El primer ministro búlgaro, Sergei Stanishev, dijo hoy que hay "buenas señales" en cuanto al destino de las cinco enfermeras búlgaras sentenciadas a muerte en Libia bajo el cargo de infectar a niños con el virus del Sida, aunque advirtió de que hay que ser cautelosos porque en el pasado también ha habido esperanzas, sin éxito.
"Creo que este es un momento muy importante", dijo el mandatario búlgaro en actos al margen de la cumbre de la Unión Europea. "Hay algunas buenas señales y tendencias en las últimas semanas", explicó.
Sin embargo, advirtió de que "debemos ser cautelosos porque hemos hecho frente, durante los últimos ocho años desde que nuestras enfermeras han estado detenidas, buenas señales muchas veces, pero sin resultado positivo al final".
El proceso de la última apelación de las enfermeras y el doctor palestino sentenciado con ellas concluyó ayer. El Tribunal anunció que emitirá el fallo el 11 de julio.
Libia está bajo intensa presión internacional para liberar a los seis empleados médicos, que niegan haber infectado a los 400 niños. Encarcelados en Libia desde 1999, fueron condenados a pena de muerte por segunda vez en diciembre de 2006.
Stanishev elogió a la Unión Europea por los esfuerzos que ha hecho para lograr la libertad de los arrestados. "Es muy importante que la UE exprese su profunda solidaridad. Nos ayuda mucho", expresó.
El ministro de Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, encabezó este mes una misión de la UE a Libia para apoyar la liberación de las enfermeras.
Los fiscales libios insisten en que los seis acusados infectaron, deliberadamente, a los niños en un hospital de Benghazi como parte de experimentos dirigidos a encontrar una cura para la enfermedad. Las enfermeras y el médico sostienen que han sido chivos expiatorios para disimular las condiciones poco higiénicas del hospital en donde se dieron los casos.
