BUJUMBURA, 1 Jul. (EP/AP) -
Todos los prisioneros que han sido retenidos en Burundi sin cargos desde hace más de un año serán puestos en libertad y podrán abandonar las prisiones de este país centroafricano, que presentan un serio problema de hacinamiento. Defensores de los derechos de los prisioneros estiman que hay más de 1.500 personas en esta situación.
Así lo anunció ayer el presidente de la nación, Pierre Nkurunziza, a través de un discurso difundido en una emisora de radio local, coincidiendo con el aniversario de la independencia de Bélgica en 1962. "Toda la gente que ha pasado más de un año en prisión sin cargos podrá ser liberado inmediatamente", dijo Nkurunziza.
A principios de este año, las autoridades de Burundi pusieron en libertad a más de 3.000 personas declaradas prisioneros políticos como parte del acuerdo que acabó con la guerra civil que duró 12 años en el país. Amnistía Internacional (AI) criticó la iniciativa, diciendo que culpables de crímenes de guerra iban a ser liberados. Los últimos prisioneros liberados no eran parte del acuerdo.
Grupos de defensores de los derechos de los prisioneros calculan que 7.600 prisioneros están encerrados en las 11 cárceles de Burundi desde la guerra civil que comenzó en octubre de 1993, cuando paracaidistas tutsis asesinaron al primer presidente democrático del país, un hutu. Después, una serie de acuerdos de paz llevaron al país a celebrar unas elecciones democráticas el año pasado y a crear una formación de Gobierno con representantes de ambas comunidades.
