WASHINGTON, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, aplaudió hoy el acuerdo suscrito ayer entre destacados líderes políticos iraquíes, una señal positiva, dijo, que deja entrever cierto progreso entre los dirigentes del país que dicen haber acordado un programa básico común para avanzar hacia la reconciliación nacional y "compartir el poder" entre sí.
"El acuerdo comienza a establecer nuevos acuerdos para compartir el poder, compromete un apoyo para reforzar la seguridad e iniciativas políticas, y supone un paso que avanza hacia un acuerdo entre el liderazgo iraquí en varios objetivos legislativos claves", explicó Bush en unas breves declaraciones que efectuó a su llegada a Albuquerque, en el estado de Nuevo México.
En este sentido, insistió en que el Parlamento iraquí deberá aprobar cuando reanude sus sesiones a principios de septiembre la legislación pertinente en una serie de campos para materializar el acuerdo suscrito ayer entre el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, chií, los vicepresidente chií y suní, Adil Abdul Mahdi y Tariq al Hashemi, respectivamente, el presidente iraquí, Jalal Talabani, kurdo, y el de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, también kurdo.
"Estos líderes reconocen la verdadera y significativa reconciliación que necesita llevarse a cabo", incidió el mandatario norteamericano. "Reconocen que esto es un proceso. El acuerdo de ayer refleja su compromiso para trabajar juntos en beneficio de todos los iraquíes para avanzar en el proceso" de reconciliación nacional, agregó.
A pesar de que los detalles del acuerdo no han trascendido, ésteincluiría aspectos como la liberación de presos retenidos sin cargos imputados en su contra, restringir la prohibición contra la presencia de ex miembros del régimen baazista de Sadam Husein en cargos públicos, así como modificaciones en la ley del petróleo o en la ley electoral que requerirán de la aprobación del Parlamento.
No obstante, el acuerdo no ha sido suficiente para convencer a los cinco ministros suníes que dimitieron a principios de agosto, pertenecientes a la principal coalición parlamentaria suní el Frente para el Acuerdo Iraquí, por sus diferencias con el primer ministro, Nuri al Maliki. Su salida dejó al Gobierno iraquí sin miembros de la confesión musulmana minoritaria suní en Irak.
