KENNEBUNKPORT (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, George W.Bush, aseguró hoy, en su discurso semanal de radio, que el Gobierno está haciendo cambios para mejorar la respuesta ante desastres, cuando faltan pocos días apra que se cumpla el primer aniversario del paso del huracán 'Katrina' por el sureste del país.
"Desafortunadamente, Katrina reveló que los Gobiernos federal, estatal y local no estaban preparados para responder a un desastre tan extraordinario", reconoció Bush, y agregó que las terribles inundaciones "pusieron al descubierto una pobreza arraigada que ha aislado a las personas de las oportunidades de nuestro país".
"El año pasado hice un juramento sencillo: el Gobierno federal aprendería las lecciones de Katrina, haríamos lo que fuese necesario y permaneceríamos cuanto tiempo fuese necesario, para ayudar a nuestros hermanos y hermanas a construir una nueva Costa del Golfo donde todo ciudadano pueda sentirse parte de la gran promesa de Estados Unidos", afirmó el presidente.
"Este juramento significa diques más sólidos y hogares reconstruidos y nueva infraestructura. También significa calles seguras, barrios llenos de negocios de propiedad local, y más oportunidades para todos", precisó.
Tras un fin de semana en la costa de Maine, Bush y su esposa Laura viajarán a Mississipi y Luisiana el lunes y el martes para reunirse con funcionarios locales y ciudadanos, con el objetivo de examinar los progresos hechos desde que el huracán azotó la costa el 29 de agosto de 2005.
En su alocución, Bush destacó el coste humano de la tormenta: más de mil muertos, incontables familias que perdieron sus hogares y sus medios de vida, y decenas de miles de hombres, mujeres y niños que se vieron obligados a abandonar la región.
"Un año después de las tormentas, la costa del Golfo continúa su largo camino hacia la recuperación", dijo Bush. "En Mississipi y en Luisiana, podemos ver muchos signos alentadores de recuperación y de renovación, y muchos recordatorios de que todavía queda una dura tarea por delante", señaló.
Las secuelas inmediatas del huracán, con escenas de caos, de refugiados desesperados, y los retrasos en las respuestas, afectaron a la imagen de Bush. Una encuesta de Associated Press-Ipsos efectuada a comienzos de agosto determinó que un 67% de los estadounidenses desaprobaban la forma en que Bush lidió con el desastre del Katrina.
