WASHINGTON, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, consideró hoy que la decisión de su Gobierno de permanecer en Irak y sus esfuerzos en poner fin a la violencia en Líbano son elementos esenciales para proteger a Estados Unidos de futuros ataques terroristas.
A este respecto, los demócratas respondieron que los ciudadanos de Estados Unidos estarán más seguros cuando comiencen a ser retirados escalonadamente los soldados estadounidenses de Irak.
"No es por casualidad que los dos países que están construyendo sociedades libres en el corazón de Oriente Próximo, Líbano e Irak, son también escenario de la más violenta actividad terrorista", consideró Bush en su discurso semanal por radio. "Derrotaremos a los terroristas fortaleciendo las jóvenes democracias a través del ancho Oriente Próximo", agregó.
No obstante, el presidente admitió que "el camino hacia adelante será difícil", pero indicó que la seguridad de Estados Unidos "depende del avance de la libertad en esa convulsionada región".
Mientras tanto, la oposición demócrata eligió a Joe Sestak, un ex vicealmirante del Ejército que desafió al representante republicano Curt Weldon por un escaño en la Cámara Baja, para que respondiera a Bush. Sestak propuso "una nueva dirección para la seguridad de Estados Unidos".
El dirigente político demócrata señaló que su país debe "comenzar una reubicación" de sus tropas "de manera gradual a fin de afrontar los desafíos de seguridad a nivel mundial".
El tema de la seguridad ocupará un lugar principal en las elecciones parlamentarias del próximo 7 de noviembre, especialmente después de que se divulgara información sobre un frustrado complot en Reino Unido para destruir aviones con destino a Estados Unidos en pleno vuelo.
Los demócratas han acusado al Gobierno de intentar atemorizar a los estadounidenses para lograr ventaja en las elecciones, al asegurar que sólo los republicanos pueden garantizar la seguridad en Estados Unidos.
Hasta ahora que la cifra de soldados estadounidenses muertos en Irak superan los 2.600 la opinión pública de Estados Unidos no ha comenzado a expresar su preocupación por la guerra. Los demócratas alegan que no existe ningún plan para lograr la victoria en Irak y que es necesario fijar un calendario para que los soldados abandonen el país.
