Bush llama a la "reconciliación partidista" en su primer discurso público tras los comicios legislativos


NUEVA YORK, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense, George W. Bush, realizó hoy una llamada a la unidad entre los partidos políticos, en su primer discurso radiofónico tras la derrota republicana en las elecciones legislativas de esta semana, en el que ha pedido a los nuevos líderes del Congreso que aporten sus conocimientos para hacer frente a la "guerra contra el terror".

Sin embargo, esta puede ser una tarea mucho más complicada de lo que prevé el presidente, puesto que la mayoría demócrata ha anunciado su intención, una vez asuma el control del 110º Congreso de Estados Unidos el próximo mes de enero, de supervisar por completo la gestión realizada por la administración Bush en Irak. Y la confrontación podría ser inminente. En la próxima sesión del Congreso, prevista para el lunes, se tratarán dos temas que han despertado el enfrentamiento entre ambos partidos, como son la confirmación del nombramiento de John Bolton como embajador estadounidense en Naciones Unidas, y la autorización del programa de escuchas secretas.

Sin embargo, de cara a su discurso radiofónico semanal, el presidente prefirió hacer una llamada a la unidad "en tiempos de guerra" y explicó su punto de vista sobre el resultado de unas elecciones en las que la derrota republicana ha sido un triunfo del sistema democrático, más que un castigo a su política en Irak. Esta última reflexión iba dirigida, en particular, a sus "enemigos despiadados".

"Tengo un mensaje para los enemigos del país, que no confundan el funcionamiento de la democracia estadounidense con falta de voluntad", señaló el presidente, que les advirtió de que "nuestra nación está comprometida a llevarlos ante la justicia, y vamos a prevalecer".

MENSAJE DE RECONCILIACIÓN, OPOSICIÓN DEMÓCRATA

El discurso presidencial ha coincidido con la celebración del 'Veteran Day' (Día de los Veteranos), en recuerdo a los veteranos de guerra estadounidenses, y en el que Bush les ha expresado su "aprecio por los sacrificios que han hecho para preservar nuestra libertad y nuestra forma de vida". En su mensaje, el presidente consideró las elecciones como una expresión más de esa libertad, y mostró su orgullo por la participación de los estadounidenses "sea cual sea el resultado de los comicios".

"El mensaje de las elecciones de esta semana es claro: el pueblo estadounidense quiere que sus líderes en Washington pongamos a un lado nuestras diferencias partidistas, que nos comportemos de una manera ética y que trabajemos juntos para enfrentarnos a los retos que nuestra nación tiene por delante", señaló el presidente estadounidense.

Tras extender sus felicitaciones a los líderes demócratas por su triunfo, Bush informó de que ya había mantenido los primeros contactos con tres de los grandes vencedores de estas elecciones: el congresista Steny Hoyer que competirá, con toda probabilidad, con el también demócrata John Murtha por el puesto de Líder de la Mayoría de la Cámara; con el Líder de la Mayoría en el Senado, Harry Reid; y con la representante demócrata Nancy Pelosi, próxima presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

"Tuvimos buenas discusiones, y les informé de lo que les hemos dicho a todos los hombres y mujeres en mi administración; debemos dejar atrás las elecciones, y trabajar juntos sobre los grandes temas a los que se enfrenta Estados Unidos", declaró Bush.

Sin embargo, la realidad parece ser bien distinta. En declaraciones al diario estadounidense 'The New York Times', el senador Reid señaló que su primer objetivo será la reevaluación de la labor de la administración Bush en Irak. Tras reunirse con Bush, Reid afirmó que "vamos a averiguar qué pasa con la guerra en Irak, y con las diferentes agencias federales de las que disponemos". Reid concluyó que "simplemente, nadie se ha molestado en supervisar la situación desde hace algunos años".

Esta posición es la misma que promete adoptar el más que probable próximo presidente del Comité de Servicios Armados del Congreso, el senador por Michigan, Carl Levin. En declaraciones realizadas hoy domingo al mismo diario, Levin especificó que "los iraquíes deben comprender que no podemos salvarles de sí mismos", a la vez que especificó que la retirada de tropas norteamericanas en Irak tendría lugar "en el momento en el que el Gobierno iraquí fuera capaz de adoptar un compromiso político".

ADIÓS A RUMSFELD

Bush también elogió hoy la labor de su ahora ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, del que ha destacado su capacidad de liderazgo en un mundo "ahora más seguro", mientras afirmaba que el nombramiento de Robert Gates como sustituto ofrecerá una "nueva perspectiva en Irak", después de que el descalabro electoral se cobrara el puesto del miembro más antiguo de la Administración Bush.

"La historia mostrará que el secretario Rumsfeld, junto con los hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas derrocaron a dos regímenes terroristas, trajeron justicia a decenas de altos operativos de Al Qaeda y ayudaron a evitar nuevos ataques terroristas contra nuestro pueblo", afirmó Bush, destacando que "el mundo es ahora más seguro, debido al liderazgo de Don Rumsfeld".

El pasado miércoles, Bush anunció que había aceptado la renuncia de Rumsfeld, al tiempo que señalaba a Robert Gates, ex director de la CIA y un estrecho colaborador de su padre, el ex presidente George H.W. Bush, como nuevo secretario de Defensa.

En su discurso, el presidente Bush consideró a Gates como "un líder comprobado que ha servido a seis presidentes --cuatro republicanos y dos demócratas--" y, principalmente, le señaló como "un agente de cambio, que ofrecerá una nueva perspectiva sobre la estrategia en Irak".

Gates, de 63 años, era hasta ahora el director de la Universidad Texas A&M, una de las organizaciones educativas de alto nivel más importantes de Estados Unidos, de la que seguirá al cargo hasta que se cumpla el proceso de confirmación en el puesto. Asimismo, fue director de la CIA desde 1987 hasta 1993.

Por otra parte, Rumsfeld podría enfrentarse a cargos criminales en Alemania por supuestos abusos en Guantánamo y en Irak, si prospera el caso que será presentado la próxima semana por un grupo de abogados con sede en Estados Unidos, pertenecientes al Centro para los Derechos Constitucionales.

El grupo representa a 11 iraquíes, prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, y a un saudí que estuvo preso en la cárcel de bahía de Guantánamo, Mohammad Qahtani. Los abogados alegan que Rumsfeld aprobó personalmente el uso de la tortura para extraer información a los prisioneros. El Pentágono no ha hecho ningún comentario al respecto en relación al caso, pero el centro también ha anunciado que busca el procesamiento del Fiscal General de Estados Unidos, Alberto Gonzales, y del ex director de la CIA, George Tenet.