Bush reafirma a Cheney y Rumsfeld como miembros imprescindibles de su equipo de Gobierno

Actualizado: miércoles, 1 noviembre 2006 23:30


WASHINGTON, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense, George W. Bush manifestó hoy su deseo de que tanto el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como el vicepresidente, Dick Cheney, permanezcan en su Administración hasta el término de su presidencia, que se producirá en enero de 2009, por lo que garantiza sus puestos a dos de los miembros del Gobierno más polémicos y criticados.

Demócratas y Republicanos han realizado varios llamamientos a Rumsfeld para que dimita argumentando la mala gestión de éste sobre el conflicto en Irak, en el que ya han fallecido más de 2.800 miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses desde que comenzó la invasión en marzo de 2003.

Cheney por su parte se ha enfrentado a duras críticas por la dureza de sus puntos de vista y sólo recibe la aprobación de un tercio de los norteamericanos en las encuestas.

Sin embargo, según Bush, "ambos hombres desarrollan trabajos fantásticos". Sobre Cheney, afirmó que valora sus consejos y su juicio: "Lo bueno de los consejos del vicepresidente Cheney es que no lo lees en la prensa después de que te los da", dijo el presidente.

Bush además acreditó a Rumsfeld por su supervisión de las guerras de Irak y Afganistán mientras pone a punto a los militares. "Estoy muy satisfecho con los progresos que estamos haciendo", señaló el presidente.

Durante una entrevista, Bush afirmó también que las sanciones impuestas a Corea del Norte deben ser aplicadas incluso si Pyongyang ha acordado retornar a las conversaciones 'a seis' sobre su programa nuclear.

Respecto a Irak, una vez más el mandatario norteamericano ratificó que no prevé ningún cambio en el futuro inmediato sobre el número de tropas presentes en Irak. "Tienen las que necesitan para vivir", señaló.

A seis días de las elecciones legislativas en Estados Unidos, en las que su partido luchará por defender su dominio sobre el Senado y la Cámara de Representantes, Bush esquivó las cuestiones políticas alegando que se muestra confiado en el papel que los Republicanos realizarán en los comicios y se mostró seguro de que mantendrán el control sobre el Congreso.

Bush aprovechó la ocasión también para volver a referirse a su ex opositor en las anteriores presidenciales y ahora senador demócrata por Massachussetts, John Kerry, criticado en los últimos días por unos comentarios sobre Irak. "No me sonó como una broma" reiteró sobre el comentario de Kerry, y afirmó "menos aún sonará como una broma para las tropas".