MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, se dispone ya a regresar a su país tras dos semanas de estancia en un hospital de Ginebra y en plenas protestas populares contra su candidatura a la reelección en los próximos comicios, donde aspira a un quinto mandato consecutivo.
Según informa el diario 'Tribune de Genve', el avión presidencial ha aterrizado esta mañana en el aeropuerto de Cointrin, donde espera para efectuar el traslado del mandatario.
Las primeras informaciones apuntaban a que Buteflika estaría de regreso en torno al mediodía pero se prevén retrasos por las complicaciones en el traslado por el estado de salud del mandatario, de 82 años, todavía convaleciente de un síncope que padeció en 2013.
Mientras tanto, su partido, el Frente de Liberación Nacional (FLN), ha realizado este domingo -- día de huelga general en el país africano -- un llamamiento a la unidad de los partidos ante las protestas contra Buteflika, a quienes sus opositores consideran incapacitado física y mentalmente para gobernar.
El FLN ha hecho también un llamamiento a favor de la "reconciliación nacional para preservar la seguridad y la estabilidad de Argelia", según un comunicado recogido por la cadena de televisión Ennahar.
Más de un centenar de manifestantes resultaron heridos durante los enfrentamientos del viernes entre la Policía y asistentes a la última y multitudinaria protesta que tuvo lugar en varios puntos de Argelia contra la nueva candidatura de Buteflika.
Las protestas se saldaron también con 195 detenidos, según las fuerzas de seguridad quienes, en su propio balance, confirman al menos 112 policías heridos en las manifestaciones de ayer contra el presidente, en el día más violento desde el inicio de las protestas, por delante del viernes pasado, que dejó al menos 183 afectados.
En un intento de aplacar las protestas, la Presidencia publicó la semana pasada una carta firmada por Buteflika en la que ofreció una conferencia nacional y elecciones anticipadas en un año en las que no sería candidato, en caso de lograr la reelección, lo que ha sido recibido como un nuevo intento de ganar tiempo para mantener el 'statu quo' por parte de la cúpula política y empresarial del país.
