La Cámara de los Comunes aprueba que a las personas que pidan pasaporte se les dé un carné de identidad

Actualizado: lunes, 13 febrero 2006 23:58


LONDRES, 13 Feb. (EUROPA PRESS/Marta Altuna) -

La Cámara de los Comunes aprobó hoy que a todas aquellas personas que soliciten pasaportes se les entregue un carné de identidad. Los parlamentarios aprobaron esta nueva legislación por una mayoría de 51 votos, pero ahora su aprobación definitiva está pendiente de que la Cámara de los Lores le dé el visto bueno.

Asimismo acordaron por una mayoría de 31 votos que se establezca una nueva legislación para hacer obligatorio llevar esta documentación. De esta forma, el Gobierno consiguió seguir adelante con la idea de la necesidad de tener este carné siempre como forma de identificación.

El primer ministro británico, Tony Blair, no pudo participar en el debate previo a la aprobación ya que se encuentra en Sudáfrica y la salida de su avión se vio retrasada debido a problemas técnicos, según indicó un portavoz de Downing Street.

El Gobierno británico cree que los carnés de identidad son de vital importancia para la lucha contra el fraude, el terrorismo y el crimen organizado, pero tienen una fuerte oposición en la Cámara de los Comunes porque desde la oposición se consideran poco útiles y un gasto adicional para el contribuyente.

El ministro del Interior argumentó en su debate ante los parlamentarios de los Comunes que el momento de la puesta en marcha de los carnés de identidad es el adecuado ya que se puede utilizar para ello la tecnología que se utilizará para los pasaportes biométricos, lo que supondrá un ahorro para el contribuyente.

"Podemos utilizar la tecnología para los pasaportes biométricos", dijo, atacando así a quienes indicaron que supone un gasto demasiado elevado.

Asimismo, los Comunes debatieron una enmienda de los Lores, ya que quieren que haya un debate y un informe sobre los costes que supondría la adopción del carné de identidad, algo a lo que se niega el Ejecutivo de Tony Blair.

El responsable de Interior del partido conservador, David Davis, demostró en el debate su oposición a los planes del gobierno y dijo que "la clave no es si los carnés de identidad serán una forma de identificación mejor que la actual sino si serán una buena forma de identificación".

Ante los temores y recelos que supone para algunos británicos los carnés, Clarke dijo que "es importante que se reconozca que la información que se va a dar al Estado es la misma que ya se esta dando en la actualidad al Estado para el uso del pasaporte".

APOYO DE BROWN

Por su parte, el ministro de Economía, Gordon Brown, apoyó los planes de Blair asegurando que los carnés de identidad son necesarios en la lucha contra el terrorismo y para prevenir el fraude que supone el cambio de identidad. "Si uno se da cuenta de lo que sucedió con los terroristas del 11 de septiembre en América ve que operaban con 20 identidades falsas (...) y es absolutamente crucial para luchar contra el terrorismo que se pueda ver pronto quien está utilizando identidades múltiples", declaró.

A la obligatoriedad de los carnés de identidad no sólo se han opuesto políticos. Stella Rimington, ex responsable de los servicios secretos del MI5, indicó que los polémicos carnés de identidad no servirán para luchar contra el terrorismo, ya que la mayoría de los documentos pueden ser falsificados.

Rimington dijo: "Seguramente los carnés de identidad tienen un propósito, pero no creo que nadie en los servicios de inteligencia, particularmente en mi departamento lo pidiera, porque mi opinión es que pueden servir para algo pero solamente si se hacen de forma que no puedan ser falsificados y cualquier tipo de documentación es bastante fácil de falsificar", explicó. "Vamos a gastar mucho dinero a expensas del contribuyente y luego alguien puede falsificarlos y hacer que sean absolutamente inútiles", dijo.

No obstante, el que fuera consejero del gobierno, Lord Mackenzie, mostró su desacuerdo con los comentarios de Rimington indicando que existen muchos ejemplos en los que se ha demostrado que los carnés e identidad hubieran servido para prevenir crímenes.