Casi un tercio de los miembros del Gobierno indio están imputados

Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 8:19

NUEVA DELHI, 11 Nov. (Reuters/EP) -

Intento de asesinato, llevar a cabo una guerra contra el Estado, intimidación criminal y fraude son algunos de los cargos a los que se enfrentan los ministros designados por el primer ministro indio, Narendra Modi, para entrar en su gabinete este domingo, lo que pone en cuestión su promesa de limpiar la política del país.

Siete de los 21 nuevos ministros se enfrentan a cargos, lo que eleva el total de imputados de los 66 integrantes del gabinete a casi un tercio, un proporción mayor que la que había antes de los cambios introducidos este fin de semana. Al menos cinco de los integrantes de gabinete han sido imputados por delitos graves como violación o disturbios.

El ministro de Finanzas, Arun Jaitley, ha defendido que las sugerencias de que hay criminales en el gabinete son "completamente infundadas". "Se trata de casos que proceden de acusaciones criminales, no de casos de delito", señaló este lunes, asegurando que Modi había estudiado personalmente a los nuevos ministros.

Ram Shankar Katheria, un diputado de Agra, fue designado secretario de Estado de Educación pese a que ha sido acusado de más de 20 delitos penales incluido intento de asesinato y promover la hostilidad religiosa o racial.

La inclusión de este tipo de políticos no casa con la promesa electoral de Modi de acabar con la corrupción y ha generado críticas de que no está cambiando la cultura política del país, donde a los políticos acaudalados en ocasiones les resulta fácil comprar votos.

POCO RESPETO POR ESTADO DE DERECHO

"Muestra poco respeto por el estado de derecho o el sentimiento público", ha afirmado Jagdeep Chhokar, cofundador de la Asociación para las Reformas Democráticas (ADR), que hace campaña por una mejor gobernanza. "Incluir a estas personas en el gabinete es un mal ejemplo para nuestra democracia", ha lamentado.

Modi consiguió la mayor mayoría parlamentaria en tres décadas el pasado mes de mayo con una promesa de gobierno libre de corrupción después de que el anterior Ejecutivo liderado por el partido del Congreso se viera salpicado por una serie de escándalos de corrupción.

Después de llegar al poder, Modi pidió a los tribunales acelerar los casos contra los políticos en un esfuerzo por reducir los delitos políticos en la mayor democracia del mundo. Sin embargo, el gabinete de Modi incluye más del doble de políticos imputados que el anterior liderado por el Congreso.

Hansraj Gangaram Ahir, el nuevo secretario de Estado de Químicos y Fertilizantes, está imputado por unos 20 cargos, incluido intento de llevar a cabo una guerra contra India, intimidación criminal e instigar a un motín.

CORRESPONDE A LOS TRIBUNALES DECIDIR

Shrikant Sharma, portavoz del Partido Bharatiya Janata (BJP) de Modi, ha defendido que corresponde a los tribunales decidir si los ministros son culpables y ha subrayado que muchos de los cargos se deben a rivalidades políticas.

El BJP está liderado por Amit Shah, el asesor más cercano a Modi, quien está acusado de ordenar a la Policía llevar a cabo tres asesinatos extrajudiciales y de dirigir una red de extorsión cuando sirvió bajo Modi como ministro del Interior en el estado de Gujarat hace casi una década. Shah ha negado los cargos, pero se enfrenta a un juicio en Bombay.

En 2006, el entonces ministro del Carbón Shibu Soren fue condenado a cadena perpetua por secuestrar y asesinar a su secretario privado, la primera vez que un ministro en funciones era condenado por homicidio. Un año después, fue absuelto en apelación.

LOS DIPUTADOS IMPUTADOS SE DUPLICAN

El número de diputados imputados por delitos se ha más que duplicado en las dos últimas décadas. Alrededor de un tercio de los parlamentarios federales y estatales se enfrentan a cargos, según ADR.

Los políticos que se enfrentan a cargos penales tienen dos veces más opciones de ganar unas elecciones que sus rivales sin antecedentes, lo que les convierte en la opción favorita para designar candidatos de los partidos en India, según un estudio publicado el año pasado por ADR.

Mientras están en el cargo, estos políticos son acusados en ocasiones de enriquecerse personalmente o enriquecer a sus partidarios desviando fondos de las arcas públicas.