El caso de Chantal Sébire obliga a Francia a revisar su postura sobre la eutanasia

Actualizado: jueves, 20 marzo 2008 19:49



   PARIS, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El caso de Chantal Sébire, la mujer aquejada de un tumor incurable que le desfiguraba el rostro a quien la justicia negó la eutanasia y que ante ayer fue encontrada muerta en su domicilio de Dijon, en el este de Francia, ha reavivado en Francia el debate sobre la eutanasia y obligado a la clase política a revisar la actual legislación.

   Inicialmente en contra de la petición formulada por Sébire para que se le aplicara la eutanasia activa, el primer ministro, François Fillon, cedió ayer ligeramente y encargó una revisión del texto legislativo al diputado de la UMP Jean Leonetti, ponente de la ley actual sobre derecho del paciente y cuidados paliativos aprobada en 2005.

   Sébire, una antigua maestra de 52 años y madre de tres hijos, acudió a los tribunales para que se le reconociera su derecho a morir dignamente, pero la justicia francesa rechazó la petición al considerarla incompatible con la actual ley. Ayer por la tarde fue su hija quien encontró su cuerpo sin vida y por el momento se desconocen las causas del fallecimiento.

   El fiscal de Dijon, Jean-Pierre Alacchi, aseguraba ayer no tener "elementos suficientes" para poder determinar la causa de la muerte por lo que, de momento, sigue en el aire si murió debido a su enfermedad, si fue un suicidio o si alguien la ayudó a morir. El fiscal puntualizó que "la apariencia externa del cuerpo no presentaba particularidades". Por ello, se ha tomado declaración a familiares y amigos.

   La fallecida quería beneficiarse de un "suicidio médico" asistido, un método que ya existe en países como Bélgica, Países Bajos o Suiza. En la práctica, su petición era que se le permitiera a un médico administrarle Penthotal de manera voluntaria para tomarlo cuando ella misma decidiese.

   El doctor Bernard Senet, que se había declarado dispuesto a prescribir el tratamiento necesario a Sébire si se aceptaba su demanda, consideró ayer en la emisora RTL que Sébire "debió encontrar los medios por sí misma, quizá a través de una asociación suiza o belga" que prestan asistencia y asesoramiento para el suicidio.

   El presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente (ADMD) Jean-Luc Romero, expresó en 'Le Parisien' su tristeza por la muerte de Sébire. "La vi varias veces y era una mujer excepcional, de una gran inteligencia. A pesar de su apariencia, era una mujer muy bella, que libró su combate hasta el final", dijo Romero, que cifró entre 10.000 y 15.000 el número de eutanasias clandestinas en Francia.

   PETICION DE SUICIDIO

   "Chantal Sébire no pidió una aplicación de la ley, que hubiera podido aliviar su sufrimiento aun a riesgo de acortar su vida. Su opción era una petición de suicidio", declaró en RTL el encargado de revisar la ley que lleva su nombre. "No sé en qué cirscunstancias ha muerto Chantal Sébire, pero podemos imaginar que pudo suicidarse. Es una libertad respetable", agregó Leonetti.

   Precisamente ante ayer, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, se desmarcó de buena parte del Ejecutivo defendiendo una excepción a la ley francesa que impide la eutanasia activa, apoyando así la petición de Sébire.

   "Me parece muy difícil no poder ofrecerle una puerta de salida, que sería una puerta de amor con los suyos. Sería necesaria una excepción a la ley", declaró Kouchner, médico y fundador de las ONG Médicos sin Fronteras y Médicos del Mundo.

   Ayer, la ministra de Justicia, Rachida Dati, inicialmente en contra de la petición de Sébire admitió que la ley "necesita ser evaluada" para ver las adaptaciones necesarias para casos concretos.

   La titular de Vivienda, Christine Boutin, que ayer se desmarcó con unas duras declaraciones radicalmente opuestas a la posibilidad de legalizar la eutanasia, fue hoy mucho más moderada: "El sufrimiento no es un fin en sí mismo y calmar el dolor es una petición legítima", dijo.

   DEBATE MADURO

   El nuevo portavoz del Gobierno, Luc Chatel, dejó en manos de Jean Leonetti decidir si hoy existe la voluntad de ir más allá que en 2005 advirtiendo, en todo caso, que habrá que tener en cuenta los casos más duros, como el de Chantal Sébire. "Hace falta ir rápido porque hay de vez en cuando casos excepcionales como el de Chantal Sébire, y al mismo tiempo no hay que legislar movidos por la urgencia", advirtió en la radio LCI.

   En la misma línea, la nueva secretaria de Estado de Familia, Nadine Morano, reconoció que hace falta evaluar la ley actual que responde al 99% de los casos pero no es "suficientemente conocida". Morano, que confesó ser partidaria de la eutanasia a título personal, propuso ayer crear una comisión para estudiar las excepciones a la ley.

   "Tenemos que reflexionar sobre la cuestión. El debate está maduro pero es un asunto serio, difícil que no debe tratarse en el marco de una fuerte emoción como el de Sébire. Hay gente que reclama la muerte en un momento y que después de haber recibido cuidados paliativos ya no lo hace", manifestó en France-Info.