GINEBRA, 5 Dic. (EP/AP) -
El aumento de la violencia en la frontera de Chad con Sudán está obligando a la ONU a reducir su personal en seis campamentos al mínimo necesario y a cortar los programas de los que se beneficiaban más de 100.000 refugiados de Darfur que ya viven en una situación precaria, según informó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"El frágil cable a los refugiados en el este de Chad se está haciendo cada vez más delgado", aseguró una portavoz de ACNUR, Jennifer Pagonis.
El máximo responsable de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, aseguró la pasada semana que el conflicto en la región sudanesa de Darfur, que asola la zona desde hace casi cuatro años, podría convertirse en un conflicto regional más amplio, implicando a los vecinos Chad y República Centroafricana.
Según Egeland, los combates que se están sucediendo en los tres países están "íntimamente interrelacionados". Asimismo, el responsable de la ONU acusó a los tres Gobiernos de ayudar de alguna manera a las fuerzas rebeldes de los países vecinos. El Gobierno de Chad ha acusado en repetidas ocasiones a Sudán de apoyar a los rebeldes chadianos, mientras que Sudán hace acusaciones similares contra Chad.
Pagonis explicó que ACNUR mantendrá una "presencia mínima" en sus oficinas en el terreno en Bahai, Iriba y Guereda, trasladando a la mayoría de su equipo que se encuentran en estos lugares a la ciudad de Abeche o a la capital, Yamena.
Sin embargo, no quiso especificar cuántos personas permanecerán en sus puestos. Pagonis aseguró que el incidente ocurrido la pasada semana en Guereda, en el que cuatro hombres armados irrumpieron en las oficinas de ACNUR y robaron dos vehículos, tras amenazar a los trabajadores a punta de pistola, como uno de los factores que han influido en los traslados.
"El deterioro y lo volátil de la situación de seguridad en el este de Chad nos está obligando a encontrar medios alternativos para ayudar a los refugiados, y todas las agencias de la ONU a reducir sus equipos al mínimo necesario", explicó a los periodistas en Ginebra. En la actualidad hay unos 218.000 refugiados en Chad procedentes de Darfur. Además, otros 90.000 chadianos viven en campamentos próximos a la frontera. Más de 200.000 personas han muerto y otros 2,5 millones han abandonado sus hogares en Darfur desde que en 2003 comenzara el conflicto entre los rebeldes locales y las tropas gubernamentales, apoyadas por las milicias de los janjawids.
