PARÍS, 27 Dic. (EP/AP) -
El ministro de Justicia de Chad, Albert Pahimi Padake, reiteró hoy que es su país el que tiene la última palabra respecto al futuro de los seis ciudadanos franceses miembros de la organización El Arca de Zoé condenados por el país africano a ocho años de trabajos forzados por intentar secuestrar a 103 niños en Chad.
"Lo que está claro es que cualquier conmutación de la sentencia en este ámbito no puede hacerse sin el acuerdo de las autoridades chadianas", dijo Padake a la emisora de radio RTL.
Francia pretendía solicitar a Chad la repatriación de los condenados al país galo, basándose para ello en un acuerdo bilateral firmado por ambos países en 1976. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, Pascale Andreani, aseguró hoy que París estaba elaborando una solicitud dirigida al Gobierno chadiano.
Si Chad decide devolver a Francia a los miembros de El Arca de Zoé, cabría la posibilidad de que la Justicia francesa les conmute las penas o se las reduzca, sobre todo porque en Francia no existe el castigo de los trabajos forzosos.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ordenó a su asesor diplomático, Jean-David Levitte, que se reuniese hoy con los familiares de los seis ciudadanos franceses, según indicó el Elíseo.
