Chahed acusa al líder de Nidaa Tounes, hijo del presidente de Túnez, de "destruir" el partido

Yusef Chahed
REUTERS / ZOUBEIR SOUISSI - Archivo
Actualizado: miércoles, 30 mayo 2018 3:22

Cuestiona el proceso de toma de decisiones en el partido, parte de la coalición de Gobierno, y se niega a dimitir

MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Túnez, Yusuf Chahed, ha acusado este martes a Hafedh Caid Essebsi, el hijo del presidente del país, Beyi Caid Essebsi, de "destruir" el partido Nidaa Tounes, parte de la coalición gubernamental y que ha reclamado su dimisión en los últimos días.

"Hafedh Caid Essebsi ha destruido el partido Nidaa Tounes", ha manifestado, en un ataque directo contra el actual líder de la formación --cargo que asumió en sustitución de su padre una vez que éste accedió a la Presidencia tunecina-- durante un mensaje a la nación emitido por la cadena de televisión local Al Uataniya.

Así, ha manifestado que "Hafedh Caid Essebsi y su entorno han destruido el bloque parlamentario" de Nidaa Tounes. "Hablo de Nidaa Tounes porque es un partido capaz de crear el equilibrio en la escena nacional, pero ahora no está en ese estado", ha apuntado.

En este sentido, ha reconocido que "Túnez vive una crisis política" y ha destacado que por este motivo ha decidido "hablar de forma franca, ya que el interés nacional implica que lo haga", según ha recogido el diario local 'Business News'.

"La crisis política ha surgido del seno de Nidaa Tounes, que ya no se parece al partido al que respaldé. Hafedh Caid Essebsi y sus tropas han destruido el partido y le han hecho alejarse de todas sus competencias", ha continuado en su mensaje, muy crítico con el hijo del presidente tunecino.

Chahed ha recalcado que "todas las estructuras del partido están bloqueadas, lo que pone muchos interrogantes sobre la toma de decisiones". "Estas decisiones no reflejan la voluntad real de las bases ni del bloque parlamentario", ha dicho, antes de sostener que "es el momento de corregir la trayectoria de Nidaa Tounes para recuperar la confianza de sus simpatizantes".

El primer ministro tunecino ha argüido además que "la crisis en Nidaa Tounes ya no es un asunto interno, sino que supone una amenaza a las estructuras del Estado", antes de manifestar que "ahora es un asunto nacional, especialmente debido a que la debilidad de este partido tiene ciertas repercusiones sobre el equilibrio político y el proceso democrático en el país".

Sin embargo, ha destacado la figura del presidente del país y ha apuntado que "ha puesto el interés supremo del Estado por encima de todo".

Essebsi anunció el lunes su decisión de suspender las consultas con la coalición gubernamental ante la falta de acuerdo sobre el cese de Chahed, días después de decir que la remodelación del Gobierno era un aspecto secundario en estos momentos y apostó por acordar un programa de reformas para impulsar la economía del país.

El presidente ha señalado que las consultas quedarán suspendidas al menos hasta que finalice el mes de Ramadán, que concluye a mediados de junio.

"En este momento aprovecho para asegurar que nuestra mano está tendida a todos los grupos sociales", ha dicho Chahed, antes de anunciar que invitará a todas las partes "para dar los últimos retoques a la puesta en marcha de un Consejo para el Diálogo Social" que ha defendido como "primordial para superar la crisis".

SE NIEGA A DIMITIR

Respecto a los llamamientos a favor de su dimisión ha puntualizado que "algunas personas piensan que a través de la caída del Gobierno pondrán fin a la guerra contra la corrupción y que los corruptos estarán de nuevo en libertad", en referencia a la campaña de detenciones llevadas a cabo por las autoridades contra destacados empresarios y políticos en los últimos meses.

"No me desentenderé de mis responsabilidades", ha recalcado. "Cuando decidí asumir la responsabilidad como jefe de Gobierno en este periodo clave que vive Túnez, mi objetivo era sólo uno: mejorar la situación del país", ha añadido.

"Digo nuevamente que no tengo ningún proyecto personal y que mi única prioridad es preservar los intereses de Túnez", ha dicho, antes de destacar que "el Gobierno ha tenido éxito en algunos sectores, especialmente sobre la situación de seguridad y la mejora de la tasa de crecimiento (económico)".

"Ser jefe de Gobierno no es mi objetivo. Soy un hombre de Estado y no huiré de mi misión. Si ciertas personas tienen cálculos personales, mi única preocupación es sacar al país de la crisis en la que se encuentra", ha zanjado.

PROCESO DE REFORMAS

Respecto a la crisis económica, ha resaltado que "el mayor problema de Túnez son las finanzas públicas, así como el tipo de cambio, la inflación y el alto costo de la vida, que suponen nuestra preocupación", antes de reconocer que "el rendimiento del Gobierno ciertamente no es excelente".

Tras reconocer la situación que atraviesa el país, Chahed ha desvelado que ha procedido a "una evaluación" y ha desvelado que introducirá "las rectificaciones necesarias". "Se introducirán algunas reformas para mejorar el trabajo del Gobierno", ha añadido, sin dar más detalles.

"Pese a los obstáculos, el Gobierno seguirá trabajando en todos los asuntos", ha manifestado, antes de advertir de que la inestabilidad política tendrá repercusiones negativas sobre las negociaciones con los donantes internacionales, según ha informado la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.

Por ello, Chahed ha defendido que el país necesita "un consenso" en torno a estas reformas para mejorar la situación socioeconómica y ha reiterado que la solución a la crisis depende de un cambio en el discurso político predominante.

NIDAA TOUNES RECLAMA SU SALIDA DEL PODER

Un día antes del discurso de Chahed, Nidaa Tounes había vuelto a reclamar su dimisión argumentando que "el Gobierno actual, que deriva del Documento de Cartago I, encarna la crisis política que le ha quitado su calidad como gobierno de unidad".

Las reclamaciones del partido se han encontrado con la oposición del partido islamista Ennahda, que también forma parte de la coalición gubernamental y cuyo líder, Rached Ghanuchi, rechazó el lunes la posibilidad de que el primer ministro tecnócrata abandone el cargo.

"No podemos estar de acuerdo con un cambio de Gobierno en este momento sensible. Ennahda es conocido como un partido que hace concesiones, pero en este momento no es posible, ya que el país necesita estabilidad", sostuvo, según informó la agencia británica de noticias Reuters.

Por contra, Kamel Morjan, líder del partido Mubadara, parte de la coalición gubernamental, afirmó que la suspensión de las conversaciones en el marco de un Documento de Cartago II y la ausencia de una remodelación "es un gran fracaso para el país". "El Gobierno queda debilitado y la escena política está profundamente dividida", dijo.

El país ha sido reconocido como el único éxito democrático de la llamada 'Primavera Árabe', si bien los indicadores económicos se han desplomado desde 2011, con una inflación anual del 7,7 por ciento en abril y la caída del dinar.

Desde 2011, un total de nueve gabinetes se han sucedido en el país para intentar acabar con el estancamiento económico, en medio del aumento de la inquietud de los donantes internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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